Autoestima
21/9/2019
8
min

Autoestima en tu familia política: cómo trabajarla

Trabajar la autoestima en tu familia política es un reto sí, pero también una necesidad. Si tu autoestima está bien y no se ve afectada al interaccionar con tu familia política, te llevarás mejor con ellos y esto beneficiará tu relación de pareja.

¿Eres de las personas que piensan que se casan con su pareja pero no con la familia de esta? Vale. En cualquier caso, si bien es cierto que tu compromiso es con tu pareja y no con su familia, también has de tener en consideración lo importantes que son estas personas para tu pareja.

Cómo trabajar la autoestima en tu familia política

Has elegido a tu pareja y a tus amigos, pero eso no pasa con tu familia biológica, con tu familia política o con tus compañeros de trabajo. Por ello, en la medida en la que sepas cuidar la autoestima ante esas personas que te rodean “por azar” o “por imposición”, mejorarás en muchos aspectos de tu vida.

Comprende sus circunstancias

Centrémonos en el caso de tu familia política. Estas personas, las más íntimas de tu pareja, tienen sus propias circunstancias y costumbres. Vienen en el lote de tu pareja y no tienen la cercanía de tu familia directa, pero tampoco puedes elegirlos como si fueran amigos.

Comienza por ver lo que ellos y tú tenéis en común: el aprecio por tu pareja y el hecho de no poder elegirlos tú a ellos, ¡ni ellos a ti! En el fondo, lo que para ti puede resultar complicado, puede que lo sea para ellos también.

Cuando pienses en trabajar la autoestima no pienses sólo en sentirte mejor tú, piensa también en cómo puedes ayudar para que vuestra integración también sea fácil y agradable para ellos. Ellos, en principio, querrán llevarse bien contigo y que todo fluya en tu relación: ¿O acaso a ti te gustaría que tu hermano sufriera por una ruptura?

Practica la resiliencia

Los familiares de tu pareja formarán parte de tu vida aunque no te gusten, porque tu compromiso implica aceptar el mundo del que tu pareja forma parte: su familia y sus amigos, que estaban ahí mucho antes que tú.

Además, si tu relación va bien, esas personas serán familia directa de tus hijos y os unirá el amor que tanto ellos como tú sintáis por tu pareja y su descendencia, que será la tuya. Cuanto antes aprendas a aceptar que tu pareja tiene padres, hermanos, primos y más, mejor llevarás el hecho de tener que hacer algún plan con ellos de vez en cuando.

Este ejercicio de resiliencia es clave para trabajar la autoestima en tu familia política: dejarás de lado la sensación de “cómo he venido a caer en esto” y aprenderás a observar mejor los gestos de ellos hacia ti. Aceptarlos puede hacer una diferencia tan grande, que en lugar de pensar que te preguntan si quieres más tarta para llamarte “gorda”, veas que te lo están diciendo para ser amables contigo.

Mantén la distancia

Algo que no debes perder de vista es que acercarte a la familia de tu pareja no quiere decir que debas convertirte en la nueva mejor amiga de tu cuñada, ni ser la mejor nuera del mundo.

Simplemente, significa que debes integrarte en esa vida y tener en cuenta que la relación que mantengas con tu familia política puede afectar a tu pareja y a vuestra relación.

Aceptarlos e integrarse no debe estar por encima de perder la propia identidad. No debes permitir que, por agradar, tu autoestima o tus intereses personales o sentimentales salgan dañados. Tú eres tú, ellos son ellos.

Y es importante que, así como tú entiendes que ellos tengan un espacio en la vida de tu pareja, ellos entiendan que tú también tienes que disfrutar de su familiar, pues en eso se basa el que tengáis una relación.

Cómo trabajar la autoestima en tu familia política

Para sentar las bases de una buena relación con tu familia política, debes intentar evitar la lucha de ellos vs. tú. Lo más sano es que te plantees cómo mejorar la autoestima en tres direcciones: individualmente, para sentirte mejor tú; en pareja, para que relación se vea fortalecida; y hacia ellos, para que estén seguros y no te vean como una amenaza.

Respeta su lugar y delimita el tuyo

Si para evitar el conflicto sientes que estás infravalorando o despreciando tu propia integridad personal, entonces esa relación familiar no va por buen camino. Debes intentar mantener la cordialidad, por tu bien y por el de tu pareja, pero no a costa de tu persona.

A la hora de decidir la forma de trabajar la autoestima de tu familia política, debes garantizar que no dañarás tu propia autoestima. Dales su lugar: ayuda a tu pareja a recordar fechas importantes como el cumpleaños de su madre o invítale a contribuir en tareas familiares puntuales como una mudanza o decorar la casa paterna por Navidad.

De esta manera, también crearás las condiciones para exigir tu sitio: elegir cómo celebrar tu cumpleaños, poder contar con tu pareja si pillas un resfriado, sentirte válida para comentar lo que quieras en las reuniones familiares, tener la potestad de no asistir a eventos familiares si no quieres.

Dales una oportunidad

Existen varios niveles de relación con la familia política. Está el caso de aquellos suegros neutrales, que te aceptan y están ahí cuando hace falta, pero sin entrometerse. Está el caso de la familia que se empeña en implicarte en su vida, con efusividad y celebración. ¡Te adoran desde el primer minuto! Y también está la situación contraria, aquella en la que eres despreciada, vista con recelo y considerada un enemigo.

No obstante, toda familia política merece la oportunidad de demostrar qué tipo de relación quieren tener contigo, ¡y tú tienes la oportunidad de demostrarles lo mismo a ellos!

Dales una oportunidad. Esto ayudará mucho a mejorar su autoestima, porque sentirán que no eres alguien repelente hacia ellos. También te ayudará a ti al sentirte bienvenida en el mundo de tu pareja. Recuerda que todo el mundo es inocente hasta demostrar lo contrario, así que olvida prejuicios o experiencias previas que te puedan poner de uñas y prueba a ver cómo te llevas con los seres queridos de tu pareja, ¡a lo mejor das con una bonita sorpresa!

Sé flexible

Es imposible decirte cómo tratar con cada tipo de familia, porque depende de cada caso concreto y también se debe considerar tu propia personalidad. Es decir, aunque se podría aventurar que unos suegros neutrales son perfectos, eso podría ser falso si a ti te nace la cercanía absoluta. Los suegros amorosos y efusivos podrían ser una bendición si eres como ellos o un auténtico incordio si eres todo lo contrario.

Además, debemos considerar la proximidad. No se pueden aplicar las mismas soluciones si vives con tu pareja en casa de tus suegros, o uno de ellos en vuestra casa, que si vives a cientos de kilómetros y nunca os tratáis.

Por lo tanto, cómo trabajar la autoestima o cómo conservar la integridad personal dependerá de cada caso en concreto. La clave es que no dejes que las circunstancias de tu familia política cambien tu esencia y que aprendas a ser flexible para ceder en algunos casos. Esto no sólo te evitará situaciones desagradables con tu familia política, sino que te hará sentir satisfecha de la armonía conseguida y hará feliz a tu pareja.

Claves para relacionarse con la familia política

Aunque cada persona es un mundo y cada relación es un mundo y cada familia es un mundo, sí existen pautas de comportamiento y medidas preventivas válidas para cualquier forma de relación con la familia política.

1. Rompe el hielo y mantén viva la conversación

En el primer encuentro se ponen en contacto dos mundos que se analizan mutuamente. El ambiente puede estar enrarecido. Incluso con las familias más cordiales sigue tratándose de una presentación y un contacto inicial, de tanteo, donde todavía no está claro qué está permitido y qué no.

Déjate llevar por la conversación o aprovecha para hablar de ti misma, de manera que las explicaciones de quién eres, a qué te dedicas o las anécdotas de tu semana sirvan para crear diálogo, comentarios y opiniones. Muestra interés por lo que digan y responde.

2. Sé tú misma y pon límites

No te obsesiones por agradar ni te fuerces por cambiar. ¿Cómo trabajar la autoestima y evitar que la situación te supere? Ante todo, naturalidad. No hace falta que ensayes en casa ni que te cambies de ropa siete veces.

Esto no es una entrevista de trabajo, se trata de crear una relación familiar que, con suerte, durará muchos años. Sin disfraces ni máscaras. Antes de salir de casa, mírate al espejo y expresa algunas frases de autoestima que te recuerden quién eres y la importancia que tienes para tu pareja, que te quiere así, tal cual.

Tampoco dejes que la búsqueda de encuentro te haga sumisa. Pon límites sobre lo que no estás dispuesta a aceptar de tu familia política o de cómo ésta interfiere en tu relación sentimental.

3. Evita el conflicto

Tu familia política puede tener ideas políticas, sexuales o religiosas radicalmente opuestas a las tuyas. Hazte un favor: evita los temas conflictivos, porque ni ellos ni tú vais a cambiar de opinión y la sobremesa puede convertirse en un campo de batalla, cada vez que os veáis y durante años.

Esto no va de debatir, ni de justicia social ni de reivindicaciones, va de conservar la relación. Tu pareja quiere a sus padres aunque estén en sus antípodas ideológicas, no fuerces el conflicto.

En definitiva, se trata de establecer unos lazos mínimos que permiten una vida cordial, más o menos cercana, pero siempre con respeto y sin perder nuestra propia personalidad.

4. Protege tu relación

Si no has tenido la suerte de dar con una familia política fácil de llevar, no te asustes. Háblalo con tu pareja, sin satanizar a los suyos, explicándole que te hubiese gustado llevarte bien con ellos pero que lamentablemente sientes que no está funcionado.

Cuéntale, también, que no quieres que esto dañe vuestra relación y sugiérele, si la situación escala, la ayuda de un experto.

En Therapyside contamos con varios psicólogos que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.

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