Cómo controlar los nervios en el día a día
La sensación de nerviosismo en el día a día puede resultar incómoda. ¿Cómo controlar los nervios? Es habitual tener una sensación de nervios previa a una entrevista de trabajo, por ejemplo. Sin embargo, en ese caso, una vez que has hecho la prueba, este malestar desaparece. La situación empieza a generar malestar cuando la persona convive con una sensación frecuente de nerviosismo e intranquilidad.
En este sentido, el estrés es uno de los ingredientes más habituales junto a la sensación de que siempre queda algo pendiente por hacer.
Desde esta perspectiva, esa sensación de nervios resulta más frecuente porque la persona convive constantemente con la responsabilidad de cumplir un plazo de tiempo. La convivencia con las tareas del reloj, vividas desde la exigencia, resulta especialmente compleja. ¿Cómo evitar la ansiedad? ¿Cómo calmar esta sensación de nervios del día a día?
¿Cómo controlar los nervios? 10 consejos prácticos
1. Aprende a diferenciar lo que es urgente
Intenta tomarte la vida de otra manera, diferencia entre aquello que es urgente y aquello que no es tan prioritario ahora mismo, relativiza las dificultades y pon el disfrute como un ingrediente prioritario. Es decir, ten cuidado con esa tendencia a la ocupación habitual que te lleva a estar constantemente inmersa en tareas y propósitos.
La sensación de estar siempre con la cabeza en algo diferente de lo que está sucediendo ahora mismo te aleja del placer de estar conectada en el presente. Sin duda, para controlar los nervios y de este modo saber cómo controlar la ansiedad es muy importante que te concentres en el ahora.
2. Céntrate en el presente
Existen rutinas muy sencillas que permiten incrementar el bienestar y son terapéuticas para lograr este objetivo. Por ejemplo, conviene integrar la rutina de los paseos, el hábito de salir a caminar todos los días. Los estímulos que recibes a través de la estética de las calles y paisajes del lugar, el efecto relajante de respirar el aire puro y la actividad física activan tus niveles de bienestar. Igualmente agradables pueden ser los paseos en bicicleta. Elige aquella actividad deportiva con la que más disfrutes.
3. Apóyate en tu entorno
A veces, el simple hecho de poder sentirte nerviosa por una razón determinada y compartir esa información con una persona de confianza puede ayudarte a recuperar la perspectiva de la situación, porque al verbalizar tu malestar y analizarlo desde fuera con la otra persona adquieres un mayor nivel de empoderamiento.
Además, recibes las palabras de ánimo de esa persona que te quiere de forma incondicional. Gracias al poder de las nuevas tecnologías, actualmente puedes estar cerca incluso de las personas que viven lejos pero están muy cerca en tu corazón. En ese caso, el teléfono móvil es un buen aliado para reducir las distancias.
4. Descanso reparador para controlar los nervios
El placer de un buen descanso puede verse alterado por hábitos que pueden ser corregidos. Por ejemplo, ver hasta tarde la televisión, interrumpir el sueño para consultar el móvil o trabajar hasta muy tarde. Si tienes que madrugar al día siguiente es importante que te acuestes temprano y despidas la jornada con alguna rutina tranquila que cree en ti una óptima disposición para el sueño.
Por ejemplo, un tiempo de lectura. Además, también puedes reforzar tu estado de ilusión si, por ejemplo, imaginas algún paisaje que te dé paz y tranquilidad y recreas esa escena en tu mente. Puedes realizar tus propias fotografías de paisajes naturales para que el estímulo visual de esas imágenes también sea un anclaje de serenidad.
5. Preparativos para despejar la mente
Dado que la sensación de nerviosismo también puede estar producida por esa tendencia de la ocupación habitual, cada noche puedes encargarte de realizar algunos de los preparativos del día siguiente. Preparativos sencillos pero que te permiten posicionarte de manera proactiva ante el tiempo. Por ejemplo, puedes preparar el almuerzo del día siguiente si te gusta llevarte algo a la oficina para tomar a media mañana, el bolso con el material de trabajo, la ropa que lucirás al día siguiente y consultar el plan previsto en tu agenda para la jornada próxima.
Son rutinas muy sencillas, sin embargo, podrás ganar unos minutos cuando llegue la mañana siguiente. De este modo, podrás concentrarte con más tranquilidad en tu desayuno y en el placer de iniciar el día sin esa sensación de urgencia. Si sientes que siempre comienzas el día con prisa, también puedes reforzar el hábito de poner el despertador diez minutos antes.
6. Escucha las señales de tu cuerpo
Este nerviosismo puede generarte mucha inquietud. Si estás en casa y lo necesitas, puedes tumbarte durante unos minutos en el sofá o en la cama para descansar. Este gesto puede ayudarte a reponer energía después del cansancio que te produce ese momento. Ten cuidado con la autoexigencia y recuerda que no hay nada que sea tan prioritario en tu vida como el cuidado personal. Sencillamente, porque por muchas personas que conozcas a lo largo de tu vida, el cuidado depende, principalmente, de ti.
Empieza a quererte de verdad y a demostrarte este amor de manera incondicional. Puedes aprender a cocinar nuevos platos para añadir a tu mesa, dedicar más tiempo a hacer las cosas que más te gustan, reducir el contacto con la tecnología si consideras que es excesivo y encontrar tiempo de valor para el ocio en compañía. ¿Y cómo controlar los nervios? No existe una única receta de la felicidad, sin embargo, tú puedes emprender el viaje de la búsqueda de la alegría en la rutina cotidiana por medio de las acciones más sencillas.
7. Trabaja la reflexión
Elige un lugar cómodo para reflexionar sobre qué momentos de la rutina son aquellos en los que te sientes tranquilidad y relajación. Aunque cada día es diferente, es muy probable que puedas identificar algunos puntos en común entre los diferentes días gracias a esos hábitos que te ayudan a estructurar tu tiempo. En ese caso, cuando identificas de forma proactiva esos momentos, puedes incrementar tu introspección para vivirlos con más gratitud.
Puedes probar con la meditación, cuya principal finalidad será ayudarte a entrenar tu mente y tus pensamientos para integrarlos de forma consciente en tu vida. Puedes practicarlo en un momento tan sencillo como ese instante en el que llegas a casa después de una jornada intensa y te pones cómoda. ¿Y cómo controlar los nervios entonces? Sintiendo el placer de estar en tu zona de confort.
8. Identifica el nerviosismo antes de que escale
Cuando el nerviosismo esté causado por una razón concreta, entonces, identifica esa situación. Intenta imaginarte a ti misma afrontando esa situación y sintiéndote bien durante el proceso. Confía en tus posibilidades reales de realizar esta rutina con total bienestar. Aquello que crees de ti misma también te condiciona. Por esta razón, observa tu potencial y confía en tus cualidades positivas y en tus virtudes.
9. Sentido del humor
Sin duda, una excelente medicina natural para afrontar el nerviosismo de la jornada es tener la capacidad de buscar el lado cómico de las situaciones del día a día. Es decir, en lugar de interpretar las cosas desde la perspectiva del drama y la exageración, puedes quitar peso a esa situación a través del ingenio y del humor. Este sentido del humor también nace del entrenamiento práctico.
Si te gustaría profundizar en torno a esta cuestión, también puedes asistir a un taller de risoterapia. Además, también puedes disfrutar con más frecuencia del humor en el cine porque te aporta una nueva mirada ante la realidad. ¿Cómo controlar los nervios? Con el efecto contagioso de la risa.
10. Técnica del premio
Si tienes que afrontar una situación que te supone una dificultad extra en tu vida, entonces, puedes motivarte a ti misma con el poder del premio para hacer frente a ese momento. Es decir, decide cuál va a ser ese capricho que te vas a conceder una vez que haya finalizado ese momento. Un placer cotidiano como un paseo relajante por tu lugar preferido, una siesta, una sesión de cine o ese postre que te encanta en la hora de la comida. Cuando sientas el nerviosismo de ese momento, intenta visualizar en tu mente ese placer asociado a este premio vivido con felicidad, alegría e ilusión.
Si te preguntas cómo controlar los nervios, intenta pensar en las sugerencias que darías tú a una amiga que está nerviosa por un examen. No obstante, aquí puedes aprender una serie de ejercicios para la ansiedad que te pueden servir de ayuda.
Cómo incrementar tu gestión emocional
Cuando sientes miedo al hablar en público, por ejemplo, si siempre evitas esta situación, entonces, el temor crece. Del mismo modo, si cuando experimentas nervios por una situación que te produce esta reacción evitas hacerla, entonces, te sientes cada vez más pequeña ante esa situación que se ha convertido en un fantasma que te bloquea.
Es decir, sentir nerviosismo por un hecho determinado es algo humano, sin embargo, puedes afrontar la situación a pesar de todo porque es muy probable que los nervios por ese hecho se calmen a los pocos minutos de haber iniciado esa actividad y estar concentrada en ella.
¿Y cómo controlar el estrés o los nervios cuando son un ingrediente constante en tu vida? Si la sensación de nervios es habitual en tu presente hasta el punto de que afecta a tu propia calidad de vida de forma evidente y negativa, entonces, valora la posibilidad de pedir ayuda psicológica. Esta experiencia puede darte nuevas herramientas a partir del autoconocimiento para controlar los nervios y ganar serenidad. ¿Cómo controlar los nervios? ¿Cómo curar la ansiedad? Con paciencia.
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