Ataque de ansiedad: cómo es, síntomas y cómo calmarlo
¿Alguna vez has sentido que tu corazón late rápidamente, que te falta el aire o que estás perdiendo el control sin razón aparente? Es posible que hayas experimentado un ataque de ansiedad, una reacción intensa y repentina del cuerpo y la mente ante situaciones de estrés o miedo.
Aunque puede ser aterrador, un ataque de ansiedad no es peligroso y, con la información adecuada, se puede gestionar. Sigue leyendo y descubre qué es un ataque de ansiedad, sus síntomas, causas y cómo actuar cuando ocurre.
¿Cómo es un ataque de ansiedad?
Un ataque de ansiedad es una respuesta intensa del cuerpo y la mente ante un estímulo que se percibe como una amenaza, incluso cuando no hay un peligro real. Se caracteriza por síntomas físicos y emocionales que pueden aparecer de manera repentina y angustiosa.
Características principales:
- Inicio repentino: puede surgir en cualquier momento, con o sin un desencadenante claro.
- Síntomas físicos: palpitaciones, dificultad para respirar, mareo o sensación de desmayo.
- Sensación emocional: miedo intenso, sensación de pérdida de control o de que algo terrible va a suceder.
¿Cómo diferenciarla de la ansiedad normal?
La ansiedad es una reacción común en situaciones de estrés, mientras que un ataque de ansiedad es mucho más intenso y puede ser incapacitante.
Diferencias clave:
- Duración: la ansiedad puede durar días o semanas, mientras que un ataque de ansiedad ocurre de manera repentina y generalmente dura menos de 30 minutos.
- Intensidad: los ataques de ansiedad generan síntomas extremos que pueden incluir pánico y miedo abrumador.
- Desencadenantes: la ansiedad suele estar relacionada con preocupaciones específicas, mientras que un ataque de ansiedad puede ocurrir incluso sin una causa evidente.
Diferencia entre ataque de pánico y de ansiedad
Aunque a menudo se confunden, los ataques de pánico y de ansiedad tienen diferencias importantes.
Ataque de pánico:
- Surge sin previo aviso.
- Incluye síntomas físicos intensos, como dolor en el pecho, sensación de asfixia o sudoración excesiva.
- Es breve, pero extremadamente fuerte.
Ataque de ansiedad:
- Suele estar relacionado con un factor desencadenante, como una preocupación o situación estresante.
- Los síntomas emocionales, como pensamientos catastróficos, son más predominantes.
- Puede durar más tiempo, si no se maneja adecuadamente.
Síntomas de un ataque de ansiedad
Los síntomas de un ataque de ansiedad pueden variar entre las personas, pero generalmente incluyen una combinación de señales físicas, psicológicas y conductuales.
Síntomas físicos:
- Palpitaciones o taquicardia.
- Sensación de opresión en el pecho.
- Sudoración excesiva o escalofríos.
- Mareo o sensación de desmayo.
- Temblores o sensación de rigidez muscular.
Síntomas psicológicos:
- Miedo intenso o pánico.
- Pensamientos intrusivos y negativos.
- Sensación de desconexión con la realidad.
Síntomas conductuales:
- Evitar situaciones que puedan desencadenar otro ataque.
- Buscar constantemente "escapatorias" en caso de emergencia.
¿Qué tengo que hacer ante un ataque de ansiedad?
Si estás experimentando un ataque de ansiedad, lo más importante es recordar que, aunque es incómodo, no es peligroso. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para gestionarlo:
- Controla tu respiración:
- Inhala por la nariz durante 4 segundos.
- Retén el aire por 4 segundos.
- Exhala lentamente por la boca durante 6 segundos.
- Enfócate en el presente:
- Observa 5 cosas a tu alrededor.
- Escucha 3 sonidos diferentes.
- Toca 2 objetos cercanos y concéntrate en sus texturas.
- Habla contigo mismo:
- Repite frases como "Esto es temporal" o "Mi cuerpo se está calmando".
"La ansiedad es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones en las que percibimos un peligro que nos desborda y no podemos controlar, pero cuando se vuelve persistente e interfiere en nuestra vida diaria, se convierte en una respuesta inadaptada que nos puede afectar seriamente nuestra salud. Recibir atención psicológica a tiempo permite comprender y gestionar mejor los síntomas, evitando que se intensifiquen y agraven. Cuanto antes busques atención, antes podrás entender las causas, aprender técnicas para gestionarla y, en su caso, eliminarla y conseguir un mayor equilibrio personal. Pedir atención no es una señal de debilidad, sino un paso clave hacia una vida más congruente contigo mismo, más equilibrada y saludable". Comenta Isabel Aranda, psicóloga y colaboradora en Therapyside.
¿Qué le sucede al cuerpo en un ataque de ansiedad?
Durante un ataque de ansiedad, el cuerpo activa su sistema de "lucha o huida", diseñado para protegernos en situaciones de peligro. Sin embargo, esta respuesta se activa de manera desproporcionada.
Cambios en el cuerpo:
- Aumento del ritmo cardíaco: para bombear sangre más rápidamente a los músculos.
- Hiperventilación: aumenta el oxígeno, pero puede generar mareo o sensación de asfixia.
- Tensión muscular: los músculos se preparan para una respuesta física.
- Liberación de hormonas del estrés: como la adrenalina, que intensifica los síntomas.
¿Cuánto dura un ataque de ansiedad?
Un ataque de ansiedad generalmente dura entre 10 y 30 minutos, aunque la intensidad máxima suele alcanzarse en los primeros 10 minutos. Sin embargo, la sensación de incomodidad o ansiedad residual puede durar más tiempo si no se aplican técnicas de manejo.
Diferenciando trastorno de ansiedad con un ataque de ansiedad
Mientras que un ataque de ansiedad es un episodio puntual, el trastorno de ansiedad es una condición persistente que afecta varios aspectos de la vida diaria.
Características del trastorno de ansiedad:
- Preocupación constante por situaciones cotidianas.
- Episodios recurrentes de ataques de ansiedad.
- Interfiere significativamente en la calidad de vida.
Si experimentas ataques de ansiedad frecuentes o una preocupación constante, sería necesario pedir atención psicológica para evaluar un posible trastorno de ansiedad.
¿Ocurre en todas las edades?
Sí, los ataques de ansiedad pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta.
En niños:
- Pueden manifestarse a través de llanto excesivo, irritabilidad o dolores físicos como dolor de estómago.
- Los desencadenantes suelen incluir el miedo a la separación o problemas escolares.
En adultos:
- Los ataques suelen estar relacionados con preocupaciones laborales, familiares o económicas.
Reconocer los síntomas según la edad es fundamental para proporcionar el apoyo necesario.
¿Cómo calmar un ataque de ansiedad?
Calmar un ataque de ansiedad requiere combinar técnicas de respiración, anclaje y relajación.
Pasos clave:
- Practica respiraciones profundas y lentas para reducir la hiperventilación.
- Bebe agua.
- Usa técnicas de mindfulness para centrarte en el presente.
- Busca un espacio tranquilo y cómodo para relajarte.
- Habla con alguien de confianza para sentirte acompañado.
- Solicita atención psicológica si es demasiado recurrente.
¿Un ataque de ansiedad es peligroso?
No, un ataque de ansiedad no es peligroso. Aunque los síntomas son alarmantes, como el dolor en el pecho o la sensación de asfixia, no representan una amenaza para tu vida. Sin embargo, los episodios recurrentes pueden afectar tu calidad de vida y tu bienestar psicológico, por lo que es recomendable buscar atención psicológica.
¿Cómo salir de un ataque de ansiedad?
Salir de un ataque de ansiedad requiere paciencia y técnicas adecuadas para recuperar la calma.
Consejos para superarlo:
- Cambia tu entorno, si es posible, buscando un lugar más tranquilo.
- Usa afirmaciones positivas, como "Esto pasará pronto."
- Realiza movimientos lentos, como estiramientos, para liberar la tensión muscular.
Acude a un psicólogo especializado en ansiedad
Un psicólogo especializado puede ayudarte a entender las causas de tus ataques de ansiedad y a desarrollar herramientas para manejarlos de manera efectiva.
Cómo puede ayudarte la terapia:
- Identificación de desencadenantes: explorar qué situaciones o pensamientos activan tus ataques de ansiedad.
- Técnicas de manejo: aprender estrategias personalizadas para prevenir y manejar los episodios.
- Recuperar la confianza: sentir que tienes el control sobre tus emociones y reacciones.
Los ataques de ansiedad pueden ser como una tormenta que llega sin aviso, con una fuerza que parece imposible de controlar. Pero incluso las tormentas más intensas pasan, y aprender a manejarlas no solo te ayuda a navegar mejor por ellas, sino también a recuperar la confianza en ti mismo y en tu capacidad de superación.
Hablar de tus emociones y pensamientos con alguien de confianza te aliviará, pero buscar la atención de un profesional de la psicología, puede marcar una gran diferencia inmediata. No se trata de eliminar todas las preocupaciones de tu vida, sino de aprender a gestionarlas con herramientas que te permitan vivir con mayor calma y claridad.
Cada vez que enfrentas un ataque de ansiedad y lo gestionas de una forma sana, estás dando un paso hacia un mayor autocontrol y bienestar psicológico.
Tomarte el tiempo para cuidar de ti, para aprender sobre tus emociones y de cómo piensas y para pedir atención psicológica, es un acto de valentía que puede transformar tu vida. No estás solo, y siempre hay un camino hacia la tranquilidad. Confía en que, paso a paso, puedes construir una relación más sana contigo mismo y controlar tu mente. ¡Lo más importante es empezar a hacerlo!
Puedes contar con un psicólogo online en Therapyside para seguir profundizando en tus emociones, priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico. Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor este tema, ¡esperamos que te sientas más empoderado para vivir una vida sin limitaciones!