Flexibilidad laboral: el vínculo entre bienestar y salud mental en el trabajo
La salud mental de los empleados es a la productividad lo que la gasolina es a un motor. Promoverla en el trabajo es mejorar la satisfacción laboral y el bienestar emocional, y la flexibilidad laboral se ha convertido en una de las estrategias más efectivas para lograrlo.
Esta flexibilidad es lo que permite a las personas conciliar su vida laboral con la personal, de forma que ambas no se interfieran entre sí. Ahora bien, ¿cómo implementarla de manera efectiva? ¿Qué impacto tiene esta variable entre todas las que influyen en la salud mental de los trabajadores? Vamos a verlo en detalle.
El impacto de la flexibilidad laboral en la salud mental
Casi un 60% de la población mundial trabaja. Esto significa que más de la mitad de las personas del planeta tienen que compaginar las obligaciones cotidianas con sus autocuidados.
La flexibilidad laboral es lo que pretende dar solución a esto. Esta práctica implica dar al empleado la capacidad de adaptar horarios, trabajar desde casa o elegir sus días de descanso, entre otras medidas. Esto le otorga un mayor control sobre el equilibrio entre la vida laboral y personal, disminuir los tiempos de traslados, así como una mayor autonomía y control sobre su entorno de trabajo. Esto, a su vez, tiene un impacto significativo y positivo en el bienestar emocional.
La capacidad de adaptar horarios y trabajar desde casa reduce la presión de cumplir con horarios estrictos y proporciona a los empleados un mayor sentido de control sobre su trabajo. El teletrabajo, por ejemplo, ha sido señalado por los estudios posteriores a la pandemia del COVID-19 como una de las variables que hacen más flexible el trabajo, reportando una mayor satisfacción laboral y un aumento de la sensación de control en la gestión del tiempo, entre otros.
Esto se traduce también en la reducción del estrés, lo cual, a su vez, funciona como uno de los factores protectores contra el síndrome de burnout.
Flexibilidad laboral y work-life balance
Vivimos tiempos en los que la vida cotidiana es cambiante y vertiginosa. En este sentido, la flexibilidad en el trabajo ayuda a mantener este equilibro entre la vida laboral y personal. Una gran cantidad de estudios señalan que esto también es un punto a favor para la salud mental, pues resulta en una reducción del estrés, en especial a las mujeres, que suelen responder a una mayor cantidad de demandas de su entorno personal.
En este sentido cabe destacar un dato interesante: la flexibilidad laboral también otorga al individuo la capacidad para demarcar los límites entre su vida laboral y la personal. Como señalan estudios desde hace más de 10 años, el control percibido sobre estos límites tiene un impacto directo sobre los conflictos derivados de la falta de conciliación, así como de la interpretación que tiene el sujeto sobre ello.
Por tanto, la flexibilidad laboral no sólo ayuda a los empleados a tener control sobre la conciliación, sino que favorece una percepción positiva de la misma.
Implementación efectiva de la flexibilidad laboral
Puesto que organizaciones del trabajo, investigadores y consultoras abogan por implementar políticas de flexibilidad laboral, vamos a ver qué estrategias son más efectivas para lograrlo.
1. Fomentar una cultura empresarial de confianza
Para implementar medidas que beneficien a los trabajadores, primero deben poder expresarse sin miedo. Además del efecto práctico de conocer qué necesidades tienen las personas, esto permite generar una sensación de control a los empleados, de manera que se comprometan más con el trabajo y empaticen con las políticas organizacionales.
Los empleados deben sentirse respaldados al solicitar y utilizar la flexibilidad laboral, sin temor a ser juzgados o penalizados. Esto requiere fomentar una comunicación abierta y establecer canales de retroalimentación, lo que, a su vez, facilitará la implementación y ajuste de las medidas de flexibilidad.
2. Establecer políticas claras
Las políticas sobre flexibilidad laboral deben ser claras, entendibles y ser comunicadas de manera efectiva y transparente. Esto incluye definir los tipos de flexibilidad disponibles, los procedimientos para solicitarla y los criterios de elegibilidad. Esto ayudará a establecer expectativas claras y a garantizar que todos los empleados comprendan las opciones disponibles para ellos.
3. Proporcionar recursos tecnológicos adecuados:
El apoyo de la tecnología, así como el desarrollo del desempeño del personal con ella, favorece la instauración de las medidas de flexibilidad. También permite absorber de manera efectiva las nuevas demandas de modalidades como el trabajo remoto. Además, esto garantiza una comunicación fluida y colaborativa.
4. Capacitar a empleados y managers
De nada sirve implementar medidas de bienestar laboral si no se les puede sacar partido. Para ello, la empresa se debe encargar de brindar capacitación y orientación tanto a los empleados como a los supervisores sobre cómo gestionar y aprovechar la flexibilidad laboral de manera efectiva.
Aquí entran en juego las habilidades de gestión del tiempo, el establecimiento de límites claros y las estrategias de comunicación efectiva. De otra manera, no se genera la sensación de control sobre el desempeño laboral que permite mejorar el work-life balance.
5. Seguimiento de las medidas y ajuste continuo
Es importante evaluar regularmente la efectividad de la implementación de la flexibilidad laboral e ir realizando ajustes sobre los problemas que surjan. Para ello resulta útil recopilar el feedback de los empleados y monitorear los indicadores de bienestar y salud mental en el lugar de trabajo. Así, el nuevo sistema se mantiene estable en el tiempo y se asegura que la inversión en el bienestar del trabajador no cae en saco roto.
Un paso más hacia la verdadera productividad: la que nace de una buena salud mental
Puede ser que la respuesta a la conciliación en una empresa sea el teletrabajo, los horarios flexibles (o de verano), fomentar la autogestión o incluir un programa de tiempo libre acumulado. Cualquiera de ellas vela por el bienestar emocional de los empleados y solo es necesario elegir la que mejor se adapte a las necesidades de la producción y de las personas.
Pero lo que sí señalan los informes todos los años es que las empresas exitosas, es decir, las más competitivas, son aquellas que invierten en las personas con estrategias de flexibilidad y bienestar laboral. La retención del talento, el compromiso con las tareas, la productividad en general, todo ello mejora con una simple condición: que el empleado vaya a trabajar de buen grado.