Construir hábitos duraderos para mejorar nuestra salud emocional
Seguramente a lo largo de tu vida laboral has hecho frente a alguna situación que ha afectado a tu bienestar emocional. Múltiples investigaciones refieren que vivimos en una sociedad en la que pasamos gran parte de nuestro día trabajando y en la que, aproximadamente, el 40% de los problemas emocionales de las personas tienen su origen en el ámbito laboral. El concepto de sostenibilidad llevado a la salud mental y el bienestar psicológico hace alusión a aquellas medidas que deben tomarse para que la organización y los trabajadores disfruten de la mejor calidad de vida posible cambiando sus hábitos y pautas de trabajo.
Es por ello, que en este artículo se ofrecerán cinco puntos para fomentar el bienestar emocional a nivel personal y cinco puntos que toda empresa debe seguir para que este bienestar se convierta en un hábito duradero para sus empleados.
A lo largo de nuestra vida laboral nos enfrentamos a muchas situaciones de estrés que afectan tanto a nuestra salud física como mental. El entorno y clima laboral, son pilares muy importantes para el bienestar emocional de las personas. Cuando estos no son agradables, tienen un matiz descalificante o agresivo, se pueden producir problemas emocionales que perjudiquen nuestro bienestar en el resto de las áreas de nuestra vida.
El bienestar emocional es definido como un estado general en el que las personas nos damos cuenta de que tenemos las habilidades adecuadas para afrontar las presiones de la vida diaria y superar los problemas u obstáculos que vayan apareciendo.
Para lograr este estado y conseguir tener un funcionamiento mental que nos permitirá adaptarnos adecuadamente a las demandas del ambiente que nos rodea, es necesario adquirir un balance en todos los aspectos de nuestra vida: físicos, mentales, emocionales, sociales, familiares y laborales. Si conseguimos sentirnos bien con nosotros mismos, conseguiremos extrapolar esta sensación a otros ámbitos como el trabajo.
Para conseguir este balance y mejorar el bienestar emocional de manera duradera, los psicólogos recomiendan los siguientes puntos.
- Seguir hábitos saludables: dormir las horas suficientes para sentir que estamos descansados, llevar una alimentación equilibrada y hacer ejercicio físico, son las tres claves de partida que hay que seguir para sentirse bien. Cuando nos sentimos bien, somos capaces de dar mucho más de nosotros mismos, consiguiendo un impacto muy positivo en nuestra salud mental, previniéndonos de la aparición de depresión, ansiedad, descontrol emocional y haciendo que seamos capaces de afrontar las situaciones del día a día.
- Escuchar a nuestro propio cuerpo: entender que nuestro bienestar es lo primero y que el autocuidado es una prioridad para estar sanos y sentirnos capaces. No es un acto egoísta o irresponsable, sino que es una inversión a largo plazo y que poco a poco vamos a ir viendo reflejada en todos nuestros proyectos vitales. Es importante prestar atención a las señales del cuerpo (cansancio, contracturas, dolores) e identificar cuáles son los propios límites para poder actuar antes de que nuestro bienestar psicológico se vea afectado.
- Disponer de buenas relaciones interpersonales: es importante que nuestra vida y nuestro ocio vayan más allá del trabajo para no vernos sobrepasados por nuestra jornada laboral. Realizar planes con amigos o familiares fuera de este entorno, y seguir disfrutando de nuestros hobbies y de actividades que nos proporcionan placer, conseguirán que nuestra mente recargue las pilas y esté preparada para afrontar todos los nuevos retos que el trabajo le suponga.
- Trabajar aptitudes que sean necesarias para el trabajo. Conseguir mejorar en cualidades cómo asertividad, empatía, positivismo, tolerancia a la frustración, resultará indispensable para saber trabajar en equipo y adaptarse a las exigencias y demandas laborales, adoptando una actitud colaboradora, positiva y proactiva. Asimismo, trabajar en una mejora en la gestión del tiempo nos ayudará a poder organizarnos mejor para evitar el agobio y el estrés generados por dejarlo todo para última hora.
- Realizar terapia individual. Ir al psicólogo es un acto primordial si queremos cuidar de nuestra salud mental y conseguir un bienestar emocional pleno. Comunicarse y hablar de los problemas ayuda a encontrar soluciones y a descargar emociones negativas que si dejamos dentro de nosotros van a acabar desbordándose. Ir a terapia nos ayudará a que esto no pase, y nos ofrecerá las estrategias y herramientas necesarias para poder hacer frente a los problemas. Asimismo, nos ayudará a tener un correcto manejo emocional.
Una vez se ha trabajado con los puntos que mejoran el bienestar personal, es importante que en el ámbito organizacional se adopten medidas que promuevan el desarrollo de capacidades y hábitos saludables entre sus empleados para que el bienestar que hemos obtenido no se vea mermado. Si una empresa quiere tener buenos trabajadores, su prioridad debe ser fomentar la creación e interiorización de buenos hábitos y promover la calidad del estado anímico de su plantilla.
Para ello, desde la Psicología del trabajo y las organizaciones, se recomiendan los siguientes puntos:
- Poner en marcha medidas que protejan el bienestar de sus empleados: respecto a la organización de las tareas, reordenando las cargas o los ritmos; ofreciendo flexibilidad en la ubicación del trabajo y el tiempo asignado para realzarlo, así como en el ritmo de trabajo; con respecto a las relaciones: llevando a cabo una política de tolerancia cero respecto al acoso; la intimidación o la discriminación en el lugar de trabajo, así como comprometiéndose con una comunicación asertiva y unas relaciones positivas; respecto a las personas: facilitándoles autonomía en su trabajo y desarrollo personal y, por último, fomentando un liderazgo que favorezca un clima positivo de compromiso y buen hacer.
- Fomentar el movimiento de los trabajadores: permitir la realización de “pausas activas” en las que caminar un poco y estirarse para lograr un incremento en productividad y creatividad y evitar la monotonía.
- Ofrecer tiempo libre al empleado: para evitar que el trabajador termine generando sensación de hastío hacia el trabajo, es importante proporcionarle tiempo para dedicar a actividades que estimulen su mente y que le permitan actuar y cambiar de aires antes de que el trabajo le desborde.
- Favorecer un entorno agradable: mantener un espacio de trabajo ordenado, tener a mano todo el material necesario e imprescindible, crear una entorno saludable, con buena temperatura y buena iluminación, añadir dentro de la oficina elementos decorativos que motiven y fomenten las emociones positivas como, por ejemplo, cuadros, plantas o crear espacios destinados solo para la desconexión.
- Fomentar el cuidado de la salud mental: ofrecer terapia y métodos de atención plena para sobrellevar y mitigar los efectos del estrés y la ansiedad. Desde la empresa es importante que se promuevan programas orientados a la gestión del estrés y la ansiedad, ya sean terapias individuales con psicólogos acreditados o terapias de relajación, mindfulness y ejercicios de atención plena. Se debe ofrecer un espacio seguro en el que el trabajador comprenda que no tiene que sentirse mal si ve que no puede con todo y que a veces es necesario un punto de vista externo y no está mal pedir ayuda.
Por último, recordar que una buena salud emocional, ayudará a incrementar la percepción que tenemos de nosotros mismos y nuestra confianza en nuestras habilidades. Asimismo, una “empresa saludable” será aquella que cuide la salud y el bienestar de sus trabajadores, de sus familias y del entorno social, fomentando la creación de hábitos duraderos que generen un rendimiento positivo que beneficie tanto a la organización como a la persona.