Tratamiento psicológico. ¿En qué consiste?
A lo largo de la historia en nuestra sociedad se ha extendido un tabú alrededor del tratamientopsicológico, por eso es importante saber que someterse a este tipo de intervención no es algo negativo.Actualmente aún existe mucha desinformación, es por ello que vamos a profundizar sobre este tema para que puedas entender cómo te puede ayudar y cómo has de afrontarlo.
¿Qué es un tratamiento psicológico?
Este método o proceso consiste en la intervención profesional en la que se aplican técnicas psicológicas dentro del contexto clínico. El objetivo principal del psicólogo especializado es tratar de acabar con el sufrimiento de su paciente.Esto puede llevarse a cabo transmitiendo y enseñando las técnicas necesarias para afrontar los problemas que se presenten en la vida cotidiana. Así pues, las acciones de estos profesionales pueden ir desde el entrenamiento de la respiración o relajación hasta la solución de problemas personales, la reestructuración cognitiva o el cuestionamiento de creencias erróneas.Cabe destacar que, si nos ceñimos estrictamente al tratamiento psicológico, la administración de fármacos no podría incluirse. No obstante, hay casos en los que es necesario añadir la administración de ciertos medicamentos de forma paralela al seguimiento de consultas y citas con el afectado. Por supuesto todo esto debe ser llevado a cabo bajo prescripción médica.
¿Qué implica este procedimiento?
Lo primero que debes tener en cuenta es que el profesional tiene una serie de responsabilidades que ha de cumplir con sus pacientes. Por ello, es importante que las conozcas para valorar y garantizar que el tratamiento psicológico que estás recibiendo o que quieres recibir en un futuro se realice de la manera más apropiada. Así pues, estas son algunas de las directrices que ha de seguir tu profesional:
- Escucharte con atención para poder conocer qué aspectos personales, sociales o familiares están influyendo en tu problema
- Informarte sobre las diferentes posibilidades con las que cuentas para poder subsanar la situación que estás atravesando
- Emplear técnicas psicológicas eficaces y de evidencia científica que influyan de manera positiva en tu recuperación y posterior mejora
De esta manera, el psicólogo que te ayude deberá ser un profesional en los problemas derivados del comportamiento humano y empleará las técnicas especializadas de evaluación como puede ser la entrevista, el estudio de tu historia clínica y la realización de test y cuestionarios. Todos estos métodos ofrecen una eficacia comprobada en diversas investigaciones científicas.
Modalidades de este tratamiento
Para hablar de las modalidades del tratamiento psicológico, primero debemos tener en cuenta los diferentes tipos de terapia. Estos pueden ser individual, de pareja o en grupo. No obstante pueden combinarse para ofrecer una cobertura psicológica más completa.Por ejemplo, cuando alguien tiene un problema de socialización, lo lógico es que la terapia sea individual. No obstante, esta puede combinarse con sesiones familiares o en grupo con sus conocidos y amigos. De esta forma, el tratamiento y la recopilación de datos serán mucho más completos y sencillos.Otro factor a tener en cuenta sería la duración de la terapia. Esta puede abarcar desde unas pocas sesiones en las que por cualquier crisis o suceso puntual se podría necesitar ayuda experta o incluso varios años en caso de que se requiera de un tratamiento continuo y más duradero.No obstante, lo más frecuente es que se extienda desde 5 a 50 sesiones de una hora con una periodicidad semanal. Todo dependerá de la cantidad de problemas, de la gravedad de la situación y de cómo se vaya avanzando y progresando a lo largo de las sesiones.Por último, otro baremo para clasificar la terapia es la forma en la que se lleva a cabo. Puede ser de la manera más tradicional que es presencialmente o bien mediante las que actualmente están cada vez más presentes, las modalidades de psicología online y por vía telefónica.En cualquier caso, hay unas circunstancias concretas en las que el tratamiento ha de ser de forma no presencial. Estas circunstancias son las siguientes:
- Si la situación geográfica impide o dificulta que la persona pueda acudir a la consulta
- Si la situación que genera el malestar hace imposible que la persona se pueda presentar en la consulta (por ejemplo, agorafobia o fobia social severa)
- Si alguien quiere mantener a su terapeuta, pero por circunstancias personales ha de cambiar de lugar de residencia
- Si se necesita tener un anonimato completo
- Si por comodidad se puede y se prefiere realizar la terapia a través de los medios digitales
- Si se poseen los suficientes recursos para afrontar los problemas a tratar sin apoyo presencial
- Si no se trata de un trastorno de excesiva gravedad
- Si solo se requiere de una consulta o tener una opinión profesional acerca de un tema concreto y sencillo
¿Necesito un psicólogo o un psiquiatra?
Hay diferencias notables entre un psicólogo clínico o sanitario y un psiquiatra que pocas personas conocen. Por ello, es de extrema importancia saber en qué difieren los perfiles de estos profesionales.En cualquier caso, muchas veces los psicólogos derivan a pacientes a los psiquiatras y viceversa debido a que puede que el problema que se experimente esté fuera del campo de actuación de cada profesional. No obstante, no está de más saber en qué se diferencian y cuál es el enfoque que le darán a su terapia.La primera diferencia es que mientras que el psiquiatra está licenciado o graduado en medicina, el psicólogo está licenciado o graduado en psicología. Esta base nos transporta a la segunda diferencia que consiste en que el psiquiatra valorará los problemas de su paciente desde una perspectiva corporal, al contrario que el psicólogo que se centrará en la mente.Esto es, el psiquiatra abordará la problemática partiendo de la base de que algo no funciona bien en el organismo por lo que será necesario recetar un tratamiento farmacológico. El psicólogo, por su parte, se centrará en el trabajo sobre las dinámicas sociales y comportamentales que puedan dar lugar al problema.En cualquier caso, has de tener presente que esto no significa que el psicólogo no tenga para nada en cuenta los factores orgánicos y que el psiquiatra no valore los factores psicológicos. No obstante, cada profesional dará mayor protagonismo a uno u otro campo.Por último, debemos destacar que otra diferencia notable es su actividad como profesionales. El psiquiatra se centra en administrar un fármaco para paliar los problemas mientras que el psicólogo te acompañará y asesorará de forma periódica para crear un plan ajustado a tu forma de ser. Así, sin dejar de ser como eres, trabajarás los mecanismos necesarios para no volver a padecer problemas psicológicos.
¿Cómo sé que necesito acudir al psicólogo?
Algo que puede ser confuso es la certeza sobre la necesidad de ir al psicólogo. Dado que en España, por desgracia, acudir al psicólogo no es algo habitual en la población, puedes sentir indecisión y confusión a la hora de saber si debes o no recurrir a expertos en psicología.Por ello a continuación, vamos a darte ciertas pautas para que reflexiones sobre si debes o no ponerte en manos de profesionales.
Céntrate en tu sufrimiento
Tienes que pararte a pensar si algo de lo que haces te está haciendo sufrir y si es así, por qué lo haces. Si tienes claro que tu sufrimiento se debe a alguna de tus conductas, pero no sabes cómo cambiarla, lo ideal es que acudas al psicólogo y le expongas tu problema.
¿Tu problema es psicológico?
Debes cerciorarte de que el problema que tienes atañe a la psicología. Si es así, solo un experto en esta materia podrá ayudarte y deberías plantearte acudir a tratamiento psicológico bien de manera presencial o bien a través de terapia online.
¿Estás alejándote de tu vida normal?
Si llegas a un punto en el que el malestar que sientes te impide desarrollar tu rutina y tu vida diaria, es un problema que necesita que acudas a un profesional. No debes dejar que nada frene tu desarrollo y crecimiento como persona y has de emprender las acciones necesarias para evitarlo.
¿Es tuyo el problema o de tu contexto?
Si tienes un problema pero este comienza de puertas para fuera, no necesitas terapia, necesitas cambiar de ambiente. Es decir, si por ejemplo las personas de tu entorno te tratan mal debido a tu orientación sexual, no debes acudir a terapia sino alejarte de esas personas.Algo diferente sería que por ello tú te sintieses mal con tu propia persona. En este caso si que deberías acudir a un profesional para trabajar tu autoestima y tus defensas frente a la opinión de los demás.
Pide consejo
Aunque la opinión de los demás no debe ser determinante para que decidas acudir o no a una consulta psicológica, no está de más que comentes con las personas que te quieren si creen que lo necesitas. Obviamente, la última palabra la tienes tú, pero saber la percepción de tus más allegados también puede ayudarte a tomar una decisión.
No te conformes, busca la máxima profesionalidad
Ahora que sabes mejor en qué consiste la terapia psicológica, no debes conformarte con aquello que no te convence. Es decir, si llevas varias sesiones, pero no observas que tu terapeuta te esté ayudando o esté llevando a cabo las técnicas psicológicas que necesitas, no debes conformarte.A fin de cuentas, el hecho de someterte a un tratamiento con el coste económico que ello supone solo tiene una finalidad: mejorar y superar tus problemas. Por tanto, si ves que no hay avance, cambia el terapeuta ya que mereces a alguien que verdaderamente esté comprometido con tu recuperación.Alcanza tu mejor versión mediante la app de psicología de Therapyside. Somos la aplicación N.1 en psicología online y contamos con el mejor psicólogo para ti.