Cómo sobrevivir al teletrabajo y la presión de entretenerse en cuarentena
El teletrabajo, una practica poco generalizada en España, ha vivido un crecimiento tras la situación de aislamiento que la pandemia ha provocado. Para las empresas y trabajadores que se estrenan en esta metodología pueden surgir complicaciones que aumenten el nivel de estrés o dificulten la concentración o el rendimiento.Por esta razón en este artículo queremos dar algunas pautas para sobrevivir con éxito al teletrabajo y además, no caer en la presión de buscar entretenimiento de forma constante por el hecho de estar en casa y ver cómo los demás lo hacen.
¿Cómo asemejar la jornada desde casa a la jornada habitual?
Dentro de que, con mucha probabilidad, poco tienen en común el ambiente laboral y el familiar es necesario intentar adoptar costumbres similares para no sufrir efectos a nivel de rendimiento.Un estudio reciente publicado por Bloomberg afirma que numerosos trabajadores europeos entre los que se encuentra España, añaden de media dos horas más a su jornada laboral por el hecho de realizarla desde casa. Esto supone que, si de forma habitual en muchas ocasiones resulta complicado encontrar una forma eficaz de conciliar trabajo y vida familiar, en una situación de confinamiento aun más.Uno de los motivos que explican este aumento es que las personas sienten que no tienen una excusa que justifique no estar disponible durante el aislamiento y por tanto no separan de forma tajante lo que es jornada laboral y lo que no. En este sentido es fundamental ser firme, y al igual que es conveniente separar el ambiente de trabajo también lo es dejar para el día siguiente aquellas llamadas y correos que se encuentren fuera de la jornada.A nivel de productividad los datos de las empresas sugieren que ha aumentado en las últimas semanas, algo que se explica por el tiempo extra comentado anteriormente, la disminución de descansos o comentarios con compañeros y a la preocupación de muchas personas por mantener el puesto de trabajo en la situación actual de incertidumbre económica para muchos sectores.Si estar al 100% de rendimiento es una de tus inquietudes debes saber que la solución es la paciencia. Ser capaz de tener un nivel de atención sostenida adecuado es complicado cuando todo lo que rodea son noticias, datos y situaciones preocupantes que no se apagan cuando te sientas a trabajar. Se añade a esto las alteraciones en el sueño o los altibajos emocionales, por tanto ajusta a unas expectativas realistas tu autoexigencia.
Tiempo libre, que no se convierta en un enemigo
En la misma línea que comentábamos antes lo negativo que es sentir presión a nivel laboral, también lo es a nivel familiar y social. Tener en cuenta los siguientes puntos te vendrá bien para manejar este tipo de estrés con éxito.
#1.- Limita el uso de las redes sociales
Es muy probable que si comparas el uso de tu dispositivo móvil y lo compruebas con el anterior al confinamiento te lleves una sorpresa. Es bastante lógico que el aumento de tiempo libre lleve consigo una revisión constante de las redes sociales, pero cuidado, si no sabes encontrar un punto medio puede que el entretenimiento se convierta en presión al sentir que tu encierro está siendo peor que el de los demás.Si notas que esto te produce malestar en algún momento intenta establecer algún uso diario y sobre todo recuerda que la vida que se muestra en las redes no tiene porqué coincidir con la vida real.
#2.- No te obligues a la innovación continua
Ejercicio, lectura, orden, repostería, pan… puede que hayas caído en varias o en todas las modas que han ido surgiendo en los diferentes momentos de la cuarentena. Pero, ¿sueles hacer ejercicio a diario? ¿cada cuánto haces bizcochos en tu vida habitual? Innovar es muy positivo y puede producir efectos beneficiosos a nivel motivacional, pero si sientes que es la presión social la que te lleva a hacerlo y no la ilusión de aprender o hacer cosas nuevas, recuerda que no hacer nada un día también es una elección y puede que igual de favorable.
#3.- Márcate tus propias metas y plazos
Compararse con los demás es un hábito instaurado en el día a día de la mayoría de las personas, sin embargo, puede producir efectos negativos en la autoestima. En el caso de que la comparación tenga un resultado positivo aumentará de forma inmediata la sensación de bienestar, pero si es negativo con la misma rapidez nos sentiremos mal. En este sentido, procura que la única comparación que hagas sea contigo y así trabajarás y potenciarás tu autoimagen. Recuerda que el ritmo y los plazos de las personas no son universales y por tanto fijarte en los que crees que son mejores que tú solo te hará sentir más presión y caer de nuevo en la comparación.
#4.- No fuerces la comunicación social
El mejor consejo en este punto es que te dejes llevar por lo que te hace sentir mejor en cada momento. Se han normalizado las videollamadas diarias con familiares y amigos y es probable que en algún momento lo hagas con desgana o estés deseando que termine, ¿no pierde el sentido hacerlas de esa forma? El hecho de que cada vez esta comunicación genere menos ilusión es completamente normal porque las novedades que contarse son mínimas dentro de la rutina del aislamiento. Por esto, encuentra el equilibrio entre no perderte ningún encuentro por presión social y la culpabilidad por faltar a demasiados.
#5.- Sal cuando te sientas preparada
En las próximas semanas, con el plan de desescalada para volver a la rutina habitual, irán aumentando las posibilidades de movimiento. El hecho de que la mayoría de las personas espere con ansia cada uno de esos avances no significa que todos nos sintamos igual de preparados para hacerlo. Es por esto que, la posibilidad de salir a la calle en unas franjas horarias concretas no lo convierte en obligatorio y por tanto deberás hacerlo cuando consideres que es el mejor momento para ti. De nuevo la sociedad puede ejercer presión sobre esto, pero recuerda que los plazos son únicos y solo tú conoces los tuyos.