Cómo motivar a tu equipo a la vuelta de vacaciones
Septiembre marca el fin de las vacaciones y la vuelta a la rutina. Después de varias semanas de disfrute, diversión, libertad de horarios y descanso, regresan las tareas y obligaciones, la disciplina y los horarios estrictos; una circunstancia que supone un cambio brusco al que tenemos que adaptarnos, y ésto no siempre es fácil.
La dificultad para adaptarse de nuevo a la rutina después del periodo vacacional es algo que debemos saber gestionar con nuestros equipos para que no tenga efectos negativos en la motivación de los empleados. Para ello, hay diferentes estrategias que los líderes de equipo pueden llevar a cabo y así minimizar el impacto que tiene en la motivación la vuelta a la rutina; pero para eso primero debemos entender bien conceptos como “depresión postvacacional” o “motivación”.
¡Vamos a ello!
¿Qué es el síndrome postvacacional?
Se estima que al menos un 30% de los trabajadores sufre lo que se conoce como “síndrome postvacacional” tras el verano.
El síndrome postvacacional va generalmente acompañado de falta de motivación, ansiedad, apatía y desánimo. No se trata de una enfermedad ni de una patología grave, sino que se trata de un síndrome transitorio que surge fruto de una incapacidad temporal de adaptarse de nuevo a la rutina. No suele durar más de una o dos semanas, y se manifiesta como una falta de motivación en el trabajo y un rechazo a la rutina laboral.
No tiene por qué aparecer en todas las ocasiones o personas, y su intensidad puede variar. De hecho, existen algunos factores que pueden predisponer a los trabajadores a padecer este síndrome: vacaciones largas o agotadoras, falta de adaptación al trabajo –incluso antes de las vacaciones- y, por supuesto, la falta de motivación laboral.
¿Qué es la motivación?
La motivación es un estado interno que nos mantiene activos, nos dirige y nos ayuda a invertir tiempo y esfuerzo en la consecución de nuestras metas u objetivos. Es decir, es la fuerza que produce un determinado comportamiento y lo mantiene.
Gracias a la motivación, las personas nos vemos impulsadas a realizar determinadas acciones y persistir en ellas. Pero es un estado cambiante que puede aumentar o disminuir en función de las recompensas o castigos que vayamos a obtener, y de otros factores.
Hay dos tipos principales de motivación: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.
- La motivación extrínseca es aquella que se ve reforzada por estímulos externos, y no dura tanto como la intrínseca. Algunos ejemplos de motivación extrínseca serían: trabajar por dinero, invertir más horas en un proyecto para obtener un viaje de incentivos, o recibir un regalo o beneficio por algún trabajo bien hecho.
- La motivación intrínseca es aquella que nos empuja a hacer las cosas porque nos gustan o nos complace hacerlas. Viene de nuestro interior, de nuestros gustos y preferencias, y no se basa en premios ni recompensas por el alcance de los objetivos. Algunos ejemplos de características del entorno laboral que favorecen la motivación intrínseca serían: fomentar el trabajo en equipo y la mejora de las relaciones dentro de la organización; delegar y aumentar el sentimiento de responsabilidad del empleado; ayudarle a ampliar sus conocimientos y con ello su desarrollo; o reconocer del trabajo de los empleados.
Por ello, la mejor estrategia para motivar a los empleados va a ser entender que ambas motivaciones son complementarias y necesarias para obtener el máximo rendimiento y satisfacción de los empleados.
¿Cómo podemos motivar a nuestro equipo después de las vacaciones?
Sabemos lo difícil que es muchas veces trasladar la intención por motivar a tus empleados a acciones reales . Así que te ofrecemos una serie de ideas concretas que puedes llevar a cabo:
- Organizar un desayuno/aperitivo de bienvenida: Dedicar un pequeño momento de ocio donde poder compartir entre todos es una excelente idea para fomentar la relación entre miembros del equipo. Puede crearse un momento distendido en el que compartan cómo han ido las vacaciones, qué cosas han hecho, dónde han estado…, y comentar anécdotas. Pero también puedes realizarlo más adelante para suavizar el impacto de la vuelta.
- Empezar de menos a más: Va a resultar más sencilla la adaptación a la rutina si comenzamos planteando tareas sencillas y avanzamos hacia tareas más complejas y de mayor responsabilidad de forma gradual, hasta alcanzar el ritmo de trabajo habitual. La planificación de las tareas con antelación teniendo en cuenta este factor, ayuda a los trabajadores a adaptarse al cambio de ritmo mental y físico tras un periodo de vacaciones. Algo que también puede ayudar a esta adaptación física y mental en la primera semana de vuelta al trabajo es la flexibilidad horaria.
- Plantear nuevos objetivos: Tener objetivos y metas que alcanzar es clave para la motivación de los empleados. Por ello, es bueno aprovechar la vuelta para recordar aquellos objetivos que ya estaban presentes antes de las vacaciones, y además plantear nuevos objetivos que sean ambiciosos pero abarcables. Es importante que los nuevos objetivos estén bien definidos, sean realistas, estén bien comunicados, y es fundamental que alcanzarlos suponga una ventaja para ellos.
- Realizar reuniones individualizadas: Uno de los mayores elementos motivadores que existe es sentir que tu trabajo tiene sentido y que es valorado por otros, así como la tranquilidad de saber que estás en la dirección adecuada. Es buena idea dedicar unos minutos a conversar de forma individual con el trabajador y aprovechar ese espacio para interesarse por cómo está siendo su vuelta a la rutina, sus necesidades e inquietudes de cara a este trimestre del año; así como aprovechar para expresarle el reconocimiento y gratitud al trabajo realizado hasta ahora, y mostrarle la importancia de continuar en esta dirección en los meses siguientes.
- Comunicar novedades y planificar futuras actividades o eventos de empresa interesantes: La vuelta de las vacaciones es buen momento para hacer partícipes a los empleados de aquellas novedades que vaya a haber en el transcurso de los meses siguientes, así como empezar a planificar las actividades y eventos de empresa o de equipo futuros. Esto favorece que se vuelve a conectar con el entusiasmo y la emoción de las cosas que están por venir, que también son motivo de disfrute y diversión.
- Crear un ambiente de trabajo cómodo: Hacer pequeños cambios para mejorar el ambiente de trabajo sin necesidad de invertir mucho dinero y tiempo es posible. Cuanto más confortable sea el espacio de trabajo, más cómodos y motivados se sentirán los empleados a la hora de desarrollar su trabajo. Este es un factor que ha quedado algo olvidado en el teletrabajo, y que sin embargo impacta mucho en la motivación y productividad de los empleados.
- Predicar con el ejemplo: Como buen líder, es importante transmitir entusiasmo y motivación por la vuelta al trabajo, de manera que aquellas acciones que se realicen para aumentar su motivación tras la vuelta tengan una mayor eficacia y se genere un efecto "contagio" de entusiasmo y alegría por la vuelta.
Beneficios de llevar a cabo acciones para motivar a los empleados
- Mayor compromiso y rendimiento: Cuando el trabajador se siente valorado y cuidado en la empresa tiene más ganas de aportar; y su implicación y rendimiento en la consecución de objetivos es mayor; lo cual contribuye a obtener mejores resultados para la empresa.
- Retención del talento: Llevar a cabo medidas para evitar que la vuelta al trabajo influya negativamente en la motivación, va a favorecer que tengamos empleados comprometidos e implicados con el proyecto y la empresa y, por lo tanto, sea complicado que quiera abandonar la organización.
- Favorece la imagen de la empresa: Los empleados que están motivados y contentos en el trabajo suelen transmitir su satisfacción con la empresa y los beneficios de trabajar en ella, por lo que se transmite una buena imagen de la misma, que a su vez también ayuda a atraer nuevos talentos.
- Aumento de la productividad: Según un estudio realizado por la Universidad de Warick (Reino Unido) publicado en 2020, un trabajador con energía, feliz y motivado es un 12% más productivo.
- Mayor satisfacción y reducción de problemas: Un empleado satisfecho y contento con la empresa no está pensando en quejarse, y huye de problemas; mientras que un empleado insatisfecho y desmotivado puede originar problemas tanto en su rendimiento como en la relación con el resto del equipo.
En definitiva, volver de las vacaciones y enfrentarnos a la realidad de la que habíamos conseguido desconectar durante estas semanas, tiene un impacto en nosotros a nivel físico y emocional. La dificultad para poder adaptarse de nuevo a la rutina llega a producir en algunos empleados una sensación de desánimo y desmotivación por el trabajo que acaba interfiriendo en el rendimiento y la satisfacción con su puesto de trabajo y con él mismo.
Por este motivo es importante que desde las organizaciones se empleen recursos para abordar este problema que, en mayor o menor medida, muchos empleados sufren. Existen pequeñas acciones que apenas requieren esfuerzo y que podemos realizar para hacer esta vuelta al trabajo más fácil, y así aumentar la motivación de nuestro equipo; las cuales, además, tienen múltiples beneficios tanto para el empleado como para la empresa y el equipo.
En Therapyside trabajamos con profesionales que te podrán ayudar a trabajar las herramientas necesarias para motivar a tu equipo.