La importancia de la gratitud en el trabajo
Dar las gracias forma parte de nuestro día a día. Agradecemos como muestra de cortesía cuando un compañero de trabajo nos trae un café, nos ayuda a terminar una tarea o nos echa una mano para solucionar un problema. Dar las gracias es sinónimo de educación y respeto. Sin embargo, lo cierto es que la mayor parte de las veces lo hacemos de manera automática, sin ser realmente conscientes de lo que significa experimentar una auténtica y profunda gratitud.
Y es que la gratitud va mucho más allá de agradecer a los demás de manera cordial por sus acciones, es una pieza clave en nuestra satisfacción personal y profesional que nos permite adoptar una perspectiva diferente, más centrada en el aquí y el ahora, focalizada en lo que tenemos en lugar de en lo que nos falta. Sin duda, se trata de un recurso realmente inspirador que no solo resulta beneficioso para quien lo recibe sino también para quien lo expresa.
¿Por qué es importante impulsar una cultura de la gratitud en el ámbito laboral?
¿Sabías que recibir un mensaje de agradecimiento influye en la motivación de los empleados y aumenta su disposición a ayudar a sus compañeros hasta en un 66%?. Los beneficios de recibir un elogio, unas palabras de agradecimiento o muestra de reconocimiento van más allá de hacernos sentir satisfechos con nosotros mismos:
- Favorece una actitud más positiva en las personas porque se fomenta la motivación.
- Fortalece la autoestima porque promueves que la persona se sienta valorada y disminuye la tendencia a la comparación con otros compañeros.
- Saca a relucir la mejor versión de las personas porque se promueve un buen clima laboral.
- Favorece el compromiso con el trabajo lo cual repercute en un mayor rendimiento a corto y largo plazo.
Fomentar una cultura de gratitud es un excelente recurso para mejorar el bienestar de los empleados y contribuye a evitar las bajas laborales y el absentismo. Así, lo reveló un estudio realizado en la Universidad Estatal de Portland en el que se encontró que las enfermeras que recibían muestras frecuentes de agradecimiento en el trabajo descansaban mejor, tenían menos dolores de cabeza y unos hábitos más saludables. Esto ocurre porque la gratitud mantiene alejadas las emociones tóxicas como la frustración, la envidia y la culpa, por lo que es un buen recurso para combatir la depresión y al mismo tiempo reduce el estrés y promueve un estado emocional más equilibrado.
Ello explica por qué las empresas que incluyen la gratitud como parte de su cultura y crean oportunidades para que los empleados expresen y reciban muestras de agradecimiento , no solo tienen un mejor clima laboral sino también una mayor productividad y mejores resultados.
Esto ocurre porque los profesionales que trabajan en un entorno de gratitud son más proactivos, tienen una mayor motivación, se involucran más en sus funciones y rinden más y mejor. Además, como son menos dados a la competitividad con los demás, se sienten más cómodos trabajando en equipo y están más dispuestos a colaborar en pos de los objetivos comunes.
De hecho, las muestras de agradecimiento son una buena herramienta para fortalecer las relaciones profesionales y mejorar el clima laboral dentro de la empresa. Sentirse reconocido y valorado por los demás tiene muchas ventajas para el entorno de trabajo:
- Genera sentimiento de equipo: la gratitud ayuda a acortar distancias emocionales con los compañeros y hace que las personas sean más receptivas a escuchar las dificultades de los compañeros e intentar ayudarles.
- Se crean equipos de trabajo más compenetrados, satisfechos y resolutivos.
- Se fomentan los valores de reconocimiento y pertenencia como cultura de empresa.
¿A qué se debe? La explicación de los increíbles efectos de la gratitud en el ámbito laboral sienta su base en los efectos del agradecimiento en nuestro cerebro. Se ha demostrado que la gratitud, tanto si la damos como si la recibimos, activa diferentes zonas cerebrales relacionadas con los sistemas de motivación y recompensa, específicamente aquellas que se encargan de la producción de dopamina, un neurotransmisor responsable de los sentimientos de placer y bienestar. En otras palabras, expresar la gratitud nos hace sentir bien física y mentalmente.
Cinco claves para fomentar la gratitud en el trabajo
¡Contar con profesionales más felices, satisfechos y productivos en su trabajo es posible!. Para ello es importante fomentar la gratitud como parte de la cultura de la empresa y brindarles razones por las cuales se sientan agradecidos. A fin de cuentas la gratitud es un sentimiento que se puede cultivar dentro de nosotros mismos y en los demás, solo tenemos que proponérnoslo.
He aquí algunas claves sencillas que podemos poner en práctica en cualquier compañía para llevar la gratitud al siguiente nivel.
1. Transformar la gratitud en un hábito
No hay mejor manera para desarrollar una cultura de la gratitud en una empresa que convertir el agradecimiento en un hábito cotidiano. ¿Cómo?
A través de espacios de intercambio que les permitan tanto a los empleados como a los directivos expresar su agradecimiento hacia el resto de compañeros por su desempeño, colaboración o actitud.
Para ello, podemos crear un mural de la gratitud en el que los profesionales puedan dejar notas de agradecimiento hacia sus compañeros o dedicar un espacio mensual independiente o integrado a otra reunión para destacar el trabajo y el esfuerzo de los demás. Sin duda, es una excelente manera de inculcar el hábito del agradecimiento de forma sencilla y efectiva, que no tardará en comenzar a dar sus frutos.
2. Aprovechar cualquier oportunidad para expresar nuestra gratitud
Esperando el momento más adecuado, a veces perdemos la oportunidad de expresar nuestra gratitud a los demás. Por tanto, cuando nos sintamos agradecidos con alguien de nuestro entorno, aprovechemos la primera ocasión a nuestro alcance para comentarle a ese compañero de trabajo cuán satisfechos estamos con su desempeño. ¿Queremos llevar nuestra gratitud al siguiente nivel?
Podemos esperar a esa reunión mensual o de final de semana para destacar públicamente el trabajo de los otros profesionales, pero antes acerquémonos a ellos y reconozcamos directamente sus logros. De esta manera, no solo estaremos fomentando una cultura del agradecimiento auténtica sino también estimulando la motivación de los empleados, animándolos a seguir dando lo mejor de sí mismos.
3. Incentivar el talento interno como muestra de agradecimiento
Muchas empresas destinan una gran cantidad de recursos y tiempo a la búsqueda de nuevos talentos, pero una vez incorporados el ritmo de trabajo es tan alto, que a menudo tendemos al descuidado de las personas . El riesgo que se corre es que al final, ese talento que tanto ha costado conseguir, se termina escapando.
Sin embargo, esto podría evitarse si nos mostráramos más agradecidos con el talento interno, reconociéramos su trabajo y logros y les ofreciéramos la posibilidad de seguir desarrollándose a través de programas de superación y formación profesional.
Dar visibilidad al talento interno y promover el crecimiento profesional, también es una manera de fomentar una cultura de la gratitud y estimular la motivación dentro de la empresa.
4. Fomentar la conciliación como muestra de gratitud
A veces, las pequeñas acciones dicen mucho más que las palabras. Por tanto, otra buena manera de promover una cultura del agradecimiento dentro de la empresa es a través de un programa de conciliación laboral y familiar personalizado que se ajuste a las necesidades de cada empleado.
Se trata de una forma sencilla de expresar cuánto valoramos a cada profesional, ayudándole a organizar mejor su día a día. De esta manera, los empleados se sentirán más comprometidos con su trabajo y tendrán una mayor motivación, lo cual les ayudará a lidiar mejor con los problemas y adoptar una actitud más resiliente ante los conflictos cotidianos de la compañía.
5. Dar el primer paso, educar con el ejemplo
Expresar gratitud no es sencillo, sobre todo cuando no estamos acostumbrados a hacerlo. Por tanto, si en realidad queremos implementar una cultura del agradecimiento en la empresa, lo ideal es comenzar dando el ejemplo. Aprovechemos cualquier ocasión para decirle a nuestros compañeros de trabajo cuán agradecidos nos sentimos por su aporte y reconozcamos sus resultados, sin pasar por alto su esfuerzo.
Si se trata de alguien a quien conocemos bien porque trabajamos codo con codo con esa persona, no nos ciñamos al plano profesional, destaquemos también esas virtudes personales que consideramos óptimas para el trabajo en equipo y la empresa.
Por último, no olvidemos que la auténtica gratitud no es un acto transaccional en el que ofrecemos agradecimiento esperando recibir algo a cambio. La verdadera gratitud no se mide por los resultados de la misma sino por su intención.
Es el acto de expresar agradecimiento lo que marca la diferencia. Agradecer nos ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva y acorta distancias con las personas que nos rodean. Pero los resultados surgen cuando somos capaces de sentir y expresar esa gratitud de manera auténtica.
Si quieres es seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, nosotros te podemos ayudar.