Consejos para primeras citas
Las primeras, y muchas veces, temidas primeras citas. ¿Quién no ha sentido nervios el día o los momentos previos a quedar con esa persona que nos hace tilín? Esas mariposas en el estómago, dedicarle mucho tiempo a escoger la ropa de vestir adecuada e incluso pensar dónde podemos ir o qué temas de conversación tratar es algo completamente normal y que todos hemos experimentado alguna vez. Sin embargo, cuando los nervios se descontrolan pueden bloquearnos o hacer que nos comportemos sin ser nosotros mismos, haciendo cosas que no son propias de nuestra forma de ser y que a su vez hace que nos sintamos más inseguros.
Los nervios, como cualquier otra sensación, es positiva porque nos da información sobre la situación en la que nos encontramos o en la que nos encontraremos próximamente. Muchas personas tienen la falsa creencia de que los nervios no son buenos y no deben de estar presentes, pero lo cierto es que son necesarios ya que nos mantienen alerta. Si bien es cierto esto último, también es cierto que como con cualquier otra emoción, debemos aprender a gestionarla de manera adecuada para que su efecto sea funcional y no contraproducente.
¿Qué podemos hacer para gestionar mejor los nervios?
Uno de los factores principales para que una primera cita vaya bien es precisamente gestionar nuestras emociones, ya que si conseguimos hacer esto, será mucho más fácil que disfrutemos de la cita y podamos ser nosotros mismos.
Para gestionar los nervios es importante que no intentemos aplacar esa emoción, es decir, debemos ser conscientes de que la tenemos y expresarla. Cuando expresamos esta emoción, sentimos alivio ya que fingir que no la tenemos acaba por generar conductas extrañas y altera nuestro comportamiento. A continuación, para poder ir sintiéndonos mejor y rebajando la intensidad de esos nervios es recomendable que nos activemos físicamente para así ir introduciendo otros pensamientos y movilizar nuestro cuerpo. Algunos pensamientos sobre miedos o inseguridades podrán aparecer y harán que nos pongamos nerviosos, sin embargo, si nos activamos conductualmente y hacemos alguna actividad, nuestra mente no estará concentrada únicamente en esos pensamientos, sino también en otras actividades que nos ayudan a distraernos y así reducir nuestro estado de nervios.
¿Qué cosas debo evitar en las primeras citas?
Tanto en los momentos previos a nuestra primera cita, como durante de la misma, si no hemos conseguido regular estos nervios, podemos cometer algunos errores que lejos de ayudarnos a estar más tranquilos y ser más naturales, reavivan nuestro nerviosismo e inseguridad. Debido a ello te presentamos a continuación algunas recomendaciones que te pueden resultar útiles para que tus emociones no te jueguen una mala pasada.
Dejar de anticipar escenarios catastróficos
Una de las cosas que muchas personas suelen hacer es imaginar distintos escenarios sobre cómo podría ir mal la cita. Estos pensamientos y sobre todo cuando los desarrollamos y visualizamos situaciones incómodas o difíciles, tienen un efecto negativo en nosotros, y no solo eso, ya que además nos predisponen a ese resultado catastrófico.
Buscar fallos o errores en la otra persona
A veces en las primeras citas podemos intentar hacer un screening para comprobar si efectivamente cumple con determinados requisitos que en principio para nosotros son esenciales en una pareja. Lo cierto es que si tomamos la postura de un entrevistador o mostramos cierta suspicacia a lo que nos comunica nuestra cita, podemos estar reflejando una imagen errónea. Por otro lado, lo más probable es que el registro que hagamos no sea del todo cierto, ya que al igual que nosotros, nuestra pareja puede estar nerviosa y comportarse o decir cosas que no piensa.
Cambiar nuestros gustos e intereses para agradar a nuestro acompañante
Es importante ser empáticos y comprensivos con la opinión que pueden tener los demás, sin embargo, ningún extremo es bueno. Ser demasiado complacientes y cambiar nuestros gustos e intereses para hacer que la cita vaya bien, no es más que salvar el presente y generarnos un problema en el futuro. Si fingimos tener gustos compartidos, esto generará en la otra persona una falsa idea, por lo que puede que nos proponga actividades que en realidad nosotros no vamos a disfrutar.
Evitemos comparar con antiguas parejas
Cuando conocemos a una persona que nos ilusiona en un sentido romántico, puede venirnos a la memoria recuerdos con antiguas parejas y con ello, las comparaciones. Debemos recordar que estamos con una persona diferente a la que todavía no conocemos. Si comparamos a la persona que tenemos delante con ex parejas, existe el riesgo de que nuestra mirada esté sesgada y acabemos fijándonos en lo negativo.
Atención plena
Existe la posibilidad de que estemos acostumbrados a sentarnos a comer o tomar algo y tengamos el móvil encima de la mesa. Puede que sea una costumbre que han aceptado o normalizado las personas de nuestro alrededor, pero no es lo más recomendable para una primera cita, ya que la otra persona puede sentir que no la estamos escuchando o prestando atención.
¿Qué cosas me pueden ayudar en una primera cita?
Al igual que hay cosas que podemos intentar evitar en una primera cita para que esta pueda ser más natural, también hay otras cosas que podemos hacer para alcanzar ese mismo objetivo.
- Ser flexibles: cuando acudimos a una primera cita debemos intentar tener una actitud de descubrimiento. Sucede como cuando vamos a algún sitio nuevo y tenemos un plan formado. No podemos controlar que ocurran imprevistos y nos veamos obligados a ajustar el plan. En una cita sucede lo mismo, ya que podemos haber planificado algo, pero los contratiempos surgen de manera natural. Por tanto debemos intentar adaptarnos a los cambios y ser empáticos.
- Disfrutar de la cita: las primeras citas son espacios de descubrimiento entre personas. Puede que hayamos visto o sepamos algo de nuestro acompañante, sin embargo, todavía nos queda mucho por descubrir. Al igual que en el ejemplo anterior, la mejor actitud que podemos tomar es la de descubrimiento. Tenemos a una persona con una historia, gustos, intereses y aficiones por descubrir, por lo que disfrutemos de la cita y exploremos para ver qué podemos encontrar.
- Mostrarnos tal y como somos: si bien es cierto que, aunque en una primera cita no contemos nuestros miedos e inseguridades más profundas, esto no quiere decir que no podamos ser sinceros con algunos aspectos de nuestra vida. Si se dan situaciones o temas de conversación con los que no nos sintamos cómodos lo mejor es expresarlo, y será nuestra decisión hasta dónde explicaremos el por qué. La comunicación es uno de los pilares fundamentales de las relaciones, por lo que, si empezamos sin ella, es muy probable que nos sintamos incómodos o disgustados.
- Prepararnos para la ocasión: como se mencionaba anteriormente es importante que disfrutemos de la cita, y para ello podemos intentar gestionar los nervios transformándolos en ilusión. Disfrutemos de cada paso de la cita, cómo nos preparamos, acompañemonos de música y otros elementos que nos transmitan positividad y felicidad.
Para muchas personas, la experiencia de una primera cita es algo aterrador. Sin embargo, la clave está en aprender a gestionar nuestros nervios y posteriormente tener en cuenta otros puntos importantes que nos ayudarán por un lado a favorecer la naturalidad en la cita y por otro evitar malentendidos o situaciones desagradables.
Cuantas más expectativas y rigidez tengamos en la misma, más probable es que nos frustremos, ya que es muy difícil que todo salga según lo hemos planeado.
Muchas veces nos perdemos descubrimientos impresionantes por intentar dirigirnos hacia un único objetivo, sin mirar aquello que nos rodea. Cuando vamos a un museo admiramos con detenimiento las obras, y muchas veces descubrimos otras desconocidas y que pasan a ser nuestras preferidas. La música, el arte y los lugares se descubren, por lo que la actitud y apertura con la que vayamos a una cita será esencial para generar un clima cálido y favorable para que nuestro acompañante también se sienta cómodo.
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