Autoestima
12/9/2024
4
min

Envidia sana: un concepto que realmente no existe

¿Alguna vez te has sorprendido deseando lo que otra persona tiene o sintiéndote mal cuando a alguien de tu entorno le va bien? ¿Crees que tú te mereces lo que otra persona ha conseguido y ella no? Es posible que estés experimentando envidia, un sentimiento que todos sentimos en algún momento de nuestras vidas. 

Pero, ¿qué es realmente la envidia? ¿Por qué surge? Y lo más importante, ¿cómo podemos gestionarla de manera saludable para que no afecte a nuestro bienestar o nuestras relaciones? 

Sigue leyendo para descubrir todo sobre este sentimiento: sus causas, los comportamientos asociados y, por supuesto, cómo manejarla, tanto si la sientes como si alguien la siente hacia ti.

¿Qué es la envidia?

La envidia es un sentimiento negativo que se desencadena cuando deseamos lo que otra persona tiene: ya sea éxito, bienes materiales, habilidades o incluso características personales y pensamos que no se merece y yo sí. Se trata de un sentimiento que se basa en la comparación que nos hacemos con el otro queriendo vernos como superiores, descalificando al otro y viviendo su logro como una especie de injusticia.

Características de la envidia

  • Comparación constante: la envidia surge al compararnos con los demás y vernos en desventaja.
  • Deseo de lo ajeno: sentimos un anhelo por lo que otros tienen, ya sean bienes materiales, características personales o logros.
  • Sentimiento de injusticia: sentimos que nosotros nos merecemos lo que el otro tiene y él no.
  • Resentimiento: genera un estado de ánimo en el que re-sentimos la injusticia con malestar e indignación.
  • La emoción de la ira: en la base de nuestros pensamientos de injusticia que dan lugar a la envidia.

Causas de la envidia

La envidia tiene varias causas, muchas de ellas relacionadas con nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás. Algunas de las causas más comunes son:

1. Expectativas sociales

Somos seres sociales y uno de nuestros mecanismos de adaptación al mundo social es compararnos con los demás. Esto es una fuente de aprendizaje, pero puede convertirse en un lastre cuando pensamos que es injusto lo que otros tienen, algo especialmente agravado hoy en día con el seguimiento de las redes sociales y los influencers. Esto genera la sensación de que nuestra vida no es tan satisfactoria como la de los demás.

2. Inseguridad personal

Las personas con una baja autoestima o que dudan de sus propias capacidades son más propensas a compararse con los demás en vez de consigo mismas, lo que puede llevarles a sentir envidia como resultado de su forma de pensar.

3. Metas no alcanzadas

A veces, la envidia surge cuando no hemos alcanzado algo que deseamos y vemos que otros sí consiguen. Ya sea en el ámbito personal, profesional o material, la frustración por no haber logrado lo que anhelamos mientras que otros sí lo hacen puede ser una fuente de envidia.

4. Competitividad social

En ciertos contextos, como el trabajo o la vida académica, la competitividad puede ser una gran fuente de envidia. Cuando sentimos que no estamos avanzando tan rápido como los demás o que no somos tan exitosos, la envidia puede aparecer como una reacción emocional.

Comportamientos de una persona envidiosa

La envidia no solo se siente, también se manifiesta a través de ciertas actitudes o comportamientos. Detectar estos comportamientos en nosotros mismos o en los demás es esencial para poder gestionarlos adecuadamente. Algunos ejemplos de comportamientos de una persona envidiosa son:

  • Críticas constantes: una persona envidiosa tiende a criticar a quienes han alcanzado el éxito o logrado lo que desean.
  • Indiferencia forzada: fingir desinterés por los logros ajenos puede ser una forma de esconder la envidia.
  • Competitividad excesiva: compararse de manera constante y querer superar siempre a los demás, incluso en asuntos triviales, puede ser el resultado de envidia.
  • Minimizar los logros de los demás: restar importancia a los éxitos ajenos o atribuirlos a la suerte o a factores externos es un comportamiento típico de la envidia.

¿Es de mala persona sentir envidia?

No, sentir envidia no te convierte en una mala persona. La envidia es un sentimiento humano muy común. Especialmente en determinadas culturas, lo que indica que haber aprendido a mostrarte envidioso y moverte en un entorno donde se permite es importante a la hora de ser envidioso. Lo que realmente importa es cómo gestionamos este sentimiento en el que está implicado tan potentemente nuestra forma de pensar. Si la utilizamos como una oportunidad para reflexionar sobre nuestros propios deseos y motivaciones, puede incluso ser útil para nuestro desarrollo personal. 

Sin embargo, si dejamos que se convierta en resentimiento y afecte negativamente nuestra vida es perjudicial.

La clave está en reconocer la envidia y aprender a convertirla en algo que nos ayude a mejorar o crecer.

Ejemplos de frases que diría una persona envidiosa

La envidia se suele manifestar en nuestras palabras. Aquí te dejamos algunos ejemplos de frases muy comunes:

  • "Sí, ha conseguido ese trabajo, pero es que tiene muchos contactos".
  • "No es para tanto, ha sido un golpe de suerte".
  • "Yo también lo podría hacer si tuviera los recursos que tiene él/ella".
  • "Todo le sale bien, pero seguro que no es tan perfecto como parece".

Envidia vs. celos

Es común confundir la envidia con los celos, pero son dos sentimientos distintos. La envidia aparece cuando deseamos lo que otra persona tiene y sentimos que nos lo merecemos más que ella. Los celos, en cambio, surgen cuando tememos perder algo que ya tenemos, como el cariño de una pareja o una amistad. Mientras que la envidia mira hacia lo que nos falta, los celos se centran en el miedo a perder lo que ya tenemos. Ambos son sentimientos de valor negativo que no nos ayudan ni al progreso personal ni a mantener relaciones saludables y que deberíamos eliminar en cuanto nos surgieran.

La ‘envidia sana’ es admiración

A menudo oímos hablar de la "envidia sana", pero lo que realmente estamos sintiendo en esos casos es admiración. No existe la envidia sana. Sentir admiración por alguien que ha alcanzado algo que nosotros deseamos no es negativo. De hecho, la admiración es una fuente muy potente de inspiración. Cuando admiramos a alguien, reconocemos su éxito y lo usamos como motivación para trabajar en nuestras propias metas.

¿Cómo puedo dejar de sentir envidia?

Superar la envidia no es fácil, pero es posible. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para dejar de sentir envidia:

  1. Reconoce que sientes envidia
    El primer paso es ser honesto contigo mismo y aceptar que estás sintiendo envidia. No te castigues por ello, es un sentimiento humano. Al reconocerlo, ya estás en el camino de gestionarlo de manera efectiva.
  2. Practica la gratitud
    En lugar de centrarte en lo que te falta, intenta enfocarte en lo que ya tienes
    . La gratitud por las cosas buenas de tu vida puede ayudarte a sentirte más satisfecho y a disminuir la necesidad de querer lo que tienen los demás.
  3. Trabaja en tu autoestima
    La envidia está muy ligada a la inseguridad personal. Fortalecer tu confianza en ti mismo y compararte con tu propio progreso personal, valorar tus propias cualidades te ayudará a reducir la comparación constante.
  4. Enfócate en tus propios objetivos
    En lugar de mirar lo que otros están logrando, dedica tu energía a trabajar en tus propias metas. Cada persona tiene su propio ritmo, y centrarte en tu propio camino te ayudará a sentirte más realizado.

¿Qué puedo hacer si una persona me tiene envidia?

Si sientes que alguien cercano te tiene envidia, es importante gestionar la situación con cuidado para no generar un conflicto más grave. Estos son algunos pasos que pueden ayudarte:

  • No te lo tomes de manera personal: recuerda que la envidia de los demás tiene que ver con sus propios sentimientos y juicios y no con tus logros.
  • No entres en competiciones: mantén la calma y evita caer en un ciclo de competitividad o comparación. No necesitas demostrar nada.
  • Establece límites si es necesario: si la envidia de la otra persona afecta tu bienestar, puede ser útil establecer límites para protegerte emocionalmente.
  • Habla con esa persona: en algunas situaciones, una conversación sincera y honesta puede ayudar a mejorar la relación y reducir la tensión.

Conclusión

La envidia es un sentimiento que podemos experimentar, pero lo importante es aprender a gestionarlo de manera que no afecte negativamente a nuestras relaciones, ni a nuestro bienestar emocional. 

Reconocer la envidia y convertirla en una oportunidad para reflexionar sobre nuestras propias metas es un primer paso fundamental. Al final del día, la clave está en desarrollar gratitud, fortalecer la autoestima y enfocarnos en nuestro propio crecimiento personal.

Recuerda: la vida no es una competición. Cada persona tiene su propio camino y sus propios logros. Aprende a valorar lo que ya tienes, y verás cómo la envidia se disipa, dando paso a una mayor satisfacción y paz interior.

Puedes contar con un psicólogo online en Therapyside para seguir profundizando en tus emociones, priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico. Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor este tema, ¡esperamos que te sientas más empoderado para vivir una vida sin limitaciones!

[.test-button]Encuentra tu psicólogo[.test-button]