Laboral
4/7/2024
3
min

Ergofobia: miedo a trabajar

¿Te has sentido alguna vez paralizado por la idea de ir a trabajar? ¿Los domingos te cuesta conciliar el sueño porque empieza una semana nueva? Si es así, podrías estar experimentando ergofobia, un miedo intenso y persistente al trabajo. 

Este artículo te ayudará a entender qué es la ergofobia, cuáles son sus síntomas, y cómo puedes superarla desde un enfoque psicológico.

¿Qué es la ergofobia?

La ergofobia es un miedo irracional y continuo en el tiempo al trabajo o situaciones relacionadas con el ámbito laboral. Las personas que padecen ergofobia pueden experimentar una gran ansiedad al pensar en sus responsabilidades profesionales, relacionarse con compañeros, o simplemente al entrar en su lugar de trabajo. Este miedo puede ser tan debilitante que interfiera con la capacidad de la persona para mantener un empleo.

Definición psicológica de ergofobia

Desde una perspectiva clínica, la ergofobia se considera un trastorno de ansiedad. Al igual que otras fobias, la ergofobia implica una respuesta de miedo desproporcionada en relación con el peligro real o percibido. Este miedo puede estar relacionado con:

  • Miedo a fracasar: preocupación constante por no cumplir con las expectativas laborales.
  • Miedo al rechazo: temor a ser desaprobado o criticado por compañeros o superiores.
  • Miedo a la interacción social: ansiedad en situaciones de interacción social en el entorno laboral.
  • Miedo a no sentirse capaz: pensar que no estás a la altura o que no puedes hacer lo que se te pide.

Cómo se manifiesta la ergofobia

La ergofobia puede manifestarse de diversas maneras, sus síntomas son tanto físicos como psicológicos. Reconocer estos síntomas es el primer paso para buscar ayuda y tratamiento.

Síntomas Físicos

  • Palpitaciones: latidos cardíacos rápidos o irregulares al pensar en el trabajo.
  • Sudoración: transpiración excesiva en situaciones relacionadas con el entorno laboral.
  • Temblores: sacudidas involuntarias, especialmente en manos y piernas.
  • Dolores de cabeza: cefaleas recurrentes antes o durante las horas laborales.
  • Náuseas: sensación de malestar estomacal al acercarse al lugar de trabajo.

Síntomas emocionales

  • Ansiedad: sensación constante de nerviosismo o inquietud.
  • Pánico: episodios de pánico cuando se acerca el momento de trabajar.
  • Depresión: sentimientos de tristeza y desesperación relacionados con el entorno laboral.
  • Evitar el trabajo: conductas de evitación, como absentismo laboral o procrastinación de tareas importantes.

Síntomas cognitivos

  • Pensamientos negativos: creencias limitantes sobre la capacidad de desempeñar bien el trabajo.
  • Distracción: dificultad para concentrarse en las tareas laborales debido a la ansiedad.
  • Autocrítica: tendencia a criticarse duramente el propio desempeño laboral.

Causas de la ergofobia

Comprender las causas subyacentes de la ergofobia puede ayudar en su tratamiento. Como en todo comportamiento humano, hay una parte de predisposición personal, una aprendida y una contextual. Por lo tanto, la ergofobia puede ser provocada por diversos factores, incluyendo experiencias personales y predisposiciones biológicas.

Experiencias traumáticas

  • Mala experiencia laboral: haber sufrido acoso laboral, despidos o críticas duras en el pasado.
  • Fracaso profesional: experimentar fracasos significativos en el trabajo genera miedo a intentarlo en el futuro.

Factores psicológicos

  • Trastornos de ansiedad: tener antecedentes de otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad social.
  • Autoestima baja: problemas de autoestima que acentúan el miedo a fallar y a ser juzgado.

Factores contextuales 

  • Entornos de alta exigencia: bien por la necesidad de conseguir objetivos o por el ritmo de trabajo.
  • Trabajos de alta responsabilidad: donde es necesario actuar de inmediato y las consecuencias pueden ser importantes.

Cómo superar la ergofobia

Superar la ergofobia es posible con las herramientas adecuadas y el apoyo necesario. Aquí te contamos algunas estrategias y tratamientos que pueden ayudarte a gestionar y superar este miedo.

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una de las intervenciones más efectivas para tratar la ergofobia. Esta terapia se enfoca en cambiar los patrones de pensamiento negativos y las conductas asociadas con el miedo al trabajo. Con ella cambiamos nuestra forma de afrontar la situación, quitándole la ansiedad y adoptando pautas eficientes. Con el psicólogo haces:

  • Reestructuración cognitiva: identificar y cambiar pensamientos irracionales y negativos sobre el trabajo.
  • Exposición gradual: exponerse de manera controlada y gradual a situaciones laborales que provocan miedo.
  • Técnicas de relajación: aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, para manejar la ansiedad.
  • Reelaborar experiencias pasadas: dándoles un nuevo significado y sacando aprendizajes para el futuro.

Autocuidado

Adoptar pautas de autocuidado es fundamental para mantener el bienestar mental y emocional. Con tu psicólogo puedes aprender a enfocar de forma saludable tus hábitos que incluyen:

  • Rutina de ejercicios: la actividad física puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
  • Dieta equilibrada: mantener una dieta saludable para apoyar el bienestar general.
  • Descanso de calidad: asegúrate de obtener suficiente sueño de calidad cada noche.

Estrategias para aplicar en el trabajo

Además de los tratamientos mencionados, existen estrategias prácticas que puedes implementar en tu entorno laboral para manejar mejor la ergofobia.

Planificación y organización

  • Listas de tareas: mantener listas de tareas para tener una visión clara de lo que necesitas hacer.
  • Tiempos de descanso: incorporar descansos programados para evitar el agotamiento.

Comunicación abierta

  • Habla con tus superiores: informar a tus superiores sobre tus dificultades para intentar ajustar tu carga de trabajo.
  • Buscar mentores: tener un mentor en el trabajo que pueda ofrecer orientación y apoyo.

Adaptaciones en el entorno de trabajo

  • Espacios tranquilos: encontrar o crear espacios tranquilos donde puedas trabajar sin interrupciones.
  • Flexibilidad: negociar horarios de trabajo flexibles si es posible.

Conclusión

La ergofobia es un miedo irracional que puede afectar significativamente la vida profesional y personal. Sin embargo, con las estrategias y el tratamiento psicológico adecuado, es posible superar este miedo y llevar una vida laboral satisfactoria y productiva. 

Si crees que podrías estar sufriendo de ergofobia, no dudes en buscar atención psicológica. Recuerda que tu bienestar mental es una prioridad y mereces trabajar de forma que te sientas cómoda y puedas desarrollarte.

Si quieres seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, desde Therapyside te podemos ayudar a conseguirlo.

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