Y tú, ¿has encontrado tu espacio?
Si te propongo que me describas tu lugar ideal, ¿qué se te viene a la cabeza? Déjanos adivinar: probablemente, has visualizado la imagen de una playa remota, con arenas blancas y aguas cristalinas. O un refugio alejado del ruido de la ciudad en el que, en vez de contaminación, se respira naturaleza. Quizá, algún rincón pintoresco en el que hayas vivido un momento especial. Puede que tu espacio ideal no tenga nada de exótico, sino que simplemente sea el rincón favorito de tu casa.
Pero vamos a intentarlo otra vez. Te vamos a hacer la misma pregunta pero, esta vez, no te centres tanto en las características físicas del lugar, sino en cómo te hace sentir. Detén la lectura y tómate unos segundos. ¿Lo tienes?
Cada persona tiene su lugar ideal pero, sea cual sea la opción que elijas, todos los escenarios cuentan con un factor común: son espacios en los que sentirnos bien, cómodos y en los que ser nosotros mismos. Ahora, vamos un paso más allá: ¿y si te decimos que la terapia puede ser una forma de encontrar ese espacio en el que poder conectar contigo mismo y sacar lo mejor de ti?
Puede que ya sepas que la terapia no es lo que muchas veces nos han hecho creer debido a los prejuicios y al estigma. Afortunadamente, cada vez más personas somos conscientes de que ir a terapia no es nada preocupante, sino que es una forma de ponerse a uno mismo y a su salud mental en primer plano, de la mano de un profesional preparado para escucharte y acompañarte.
Al igual que ocurre con los destinos ideales, la terapia es diferente para cada persona. Pero, sea como sea tu realidad, en ella podrás descubrir un espacio para…
Expresarnos sin miedo 📢
Comentar nuestros problemas con las personas de nuestro círculo cercano es algo natural, pero en ocasiones, esto no es suficiente si queremos identificar de manera efectiva las raíces de estas inquietudes y trabajar en ellas. Con la terapia, encontramos un clima de seguridad y confianza en el que expresarnos con total libertad y honestidad, sin el miedo a sentirnos juzgados o el “qué pensarán”.
Querernos y aceptarnos como somos 💜
Nos miramos al espejo y nuestros ojos se van automáticamente a aquellos rasgos que nos gustaría cambiar; nos hablamos mal a nosotros mismos; nos machacamos una y otra vez pensando en nuestros errores… Podemos llegar a ser nuestros peores enemigos. Si te sientes identificado con estas situaciones, hablar con un psicólogo puede darte el apoyo que necesitas para ganar confianza en ti y empezar a mirarte de otra forma, evitando las comparaciones con otras personas o con ideales inalcanzables.
Entendernos y gestionar mejor nuestras emociones 🧶
Si en algún momento has pensado la frase “no me entiendo ni yo”, no eres el único. Las personas somos un torbellino de emociones y no es nada fácil poner orden en todo nuestro mundo interior. Por eso, las sesiones son una oportunidad para observarnos, entender la situaciones que vivimos y manejar mejor nuestras emociones, aceptándolas y siendo compasivos con nosotros mismos. En el caso de que estés atravesando un momento difícil, tu terapeuta te acompañará para que puedas mejorar tu estado emocional con las herramientas adecuadas y, sobre todo, con empatía y comprensión.
Descubrir terrenos inexplorados 🗺
¿Te has parado a pensar detenidamente en qué es lo que te gusta? En los momentos de intimidad, a veces estamos tan preocupados por gustar a los demás que nos olvidamos de nosotros mismos. Ir a terapia nos puede ayudar a ganar seguridad en este ámbito, explorar nuestras preferencias y revisar esas creencias limitantes con las que llevamos tantos años conviviendo. Para, así, superar aquellas barreras que nos impiden conocernos y vivir plenamente.
Reconectar con tu pareja y fortalecer la relación
“¿Qué va a pensar la gente de nosotros?” “No estamos tan mal… ¿no?” Los roces de la convivencia, la rutina, la infidelidad… hay muchas cosas que pueden interferir en una relación. Decidir ir a terapia con nuestra pareja no es ningún signo de debilidad: es un paso que demuestra la voluntad de cambiar nuestra realidad y que tanto la otra persona como vuestro vínculo son muy importantes para vosotros. Las sesiones pueden ser una vía para reconectar y trabajar en nosotros desde el respeto y la comunicación.
Cuidarnos y crecer 🌱
No te vamos a mentir: ir a terapia no va a hacer que tus problemas desaparezcan de un día para otro. Las soluciones mágicas e inmediatas no existen. Ir a terapia es tener la voluntad de recorrer un camino para conocernos cada vez más e ir trabajando nuestras emociones.
En este camino, el principal protagonista somos nosotros, y nuestro compromiso y voluntad de cambio, lo que nos permitirá avanzar. La buena noticia es que podemos contar con la ayuda de un profesional que nos guíe y facilite las herramientas necesarias para superar los desafíos que encontremos, incluso si todavía no sabemos poner nombre a lo que estamos sintiendo.
Si necesitas apoyo, recuerda que puedes contar con nosotros para descubrir un lugar seguro en el que cuidarte y crecer.