Inestabilidad emocional: ¿cómo saber si la tengo?
¿Sientes que tu estado de ánimo fluctúa con mucha regularidad? ¿Pasas de la motivación a la desgana en cuestión de segundos? ¿Te cuesta compartimentar tus vivencias personales en otras áreas de tu vida? Si es así, tu bienestar emocional puede estar en riesgo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022), el bienestar emocional es un estado de ánimo que nos permite tener consciencia de nuestras aptitudes, afrontar las presiones de la vida cotidiana, trabajar fructíferamente y contribuir con la comunidad. Es importante resaltar que el estado de ánimo no es sinónimo de emociones puntuales, ya que estas son sensaciones intensas, variables y pasajeras, mientras que el estado de ánimo se prolonga en el tiempo y puede depender del estilo de vida y la personalidad de cada persona. Sin embargo, si nuestro estado de ánimo varía tan frecuente e intensamente como lo hacen nuestras emociones, podríamos estar frente a una inestabilidad emocional.
¿Qué es la inestabilidad emocional?
En psicología de la personalidad, existe un modelo comúnmente conocido como la Teoría de los Cinco Grandes (en inglés, Big Five; Goldberg, 1993). A través de este modelo, se examina la personalidad en base a cinco grandes dimensiones o factores principales que forman el acrónimo OCEAN:
- Factor O (en inglés, Openness to experience): la apertura a nuevas experiencias, que valora en qué medida el individuo busca vivir nuevas experiencias.
- Factor C (en inglés, Conscientiousness): la responsabilidad, que evalúa cómo de centrado está el individuo en conseguir sus objetivos.
- Factor E (en inglés, Extraversion): la extroversión, que examina la energía social y qué grado de apertura muestra el individuo con los demás.
- Factor A (en inglés, Agreebleness): la amabilidad, que valora el grado de tolerancia del individuo y el respeto hacia los demás.
- Factor N (en inglés, Neuroticism): y por último, el neuroticismo o inestabilidad emocional, que define el grado en el que una persona experimenta pensamientos negativos y se ve capaz de afrontar los retos de la vida.
La inestabilidad emocional, por lo tanto, forma parte del rasgo de personalidad que pertenece a la dimensión de neuroticismo, y no es sinónimo de una simple mala racha o de una temporada de altibajos ni se trata de una patología ni trastorno mental por sí misma; es una alteración de la afectividad que provoca oscilaciones en el estado de ánimo sin motivo aparente o con una intensidad desproporcionada. La mejor forma de explicarlo es imaginando el estado de ánimo como una montaña rusa de emociones, las cuales están a flor de piel, son intensas y pueden cambiar en un instante, frecuente y bruscamente, de la euforia al miedo y a la ira, y así sucesivamente.
En la actualidad, la inestabilidad emocional está presente en casi un 13% de la población mundial, es más común en mujeres y es un síntoma del 60% de los trastornos depresivos. Asimismo, según las investigaciones lideradas por los psicólogos Generós Ortet y Manuel Ignacio Ibáñez, la inestabilidad emocional incluso podría ser el origen de gran parte de los trastornos depresivos presentes en los adolescentes y en los jóvenes adultos.
¿Cómo afecta a los diferentes aspectos de la vida?
Según el psicólogo Arturo Torres (2018), esta afectación puede provocar un malestar psicológico no sólo para la persona que lo padece, sino para aquellos que la rodean, y puede influir en todas las áreas de la vida, ya que no se limita a un contexto concreto:
- Su sesgo hacia el malestar hace que estas personas se obcequen en las experiencias que les hacen sentir mal en vez de valorar los momentos de felicidad
- Sus bruscos cambios de humor dificultan la compartimentación de las emociones, por lo que, por ejemplo, una situación personal que ocurra a primera hora de la mañana puede arruinar con facilidad su rendimiento laboral para el resto del día
- Su intolerancia a la frustración hace que toda novedad sea frustrante e inasumible
- Sus pobres habilidades sociales dificultan el mantenimiento de una red social sana y estable.
Las personas con inestabilidad emocional suelen ser inconsistentes, ya que pueden abandonar sus objetivos con facilidad, e impulsivas, sobre todo debido a la baja reflexión de las situaciones, por lo que este rasgo de la personalidad no sólo afecta negativamente al ámbito afectivo, sino a todos los contextos de la vida (laboral, social y personal), justamente porque la alteración anímica no se limita o se restringe a un único contexto.
¿Qué tipo de personalidades suelen tener inestabilidad emocional?
La inestabilidad emocional no es una condición que surge de la nada, es un rasgo de personalidad propio de personas que han interiorizado y automatizado ciertos comportamientos desadaptativos, como ser inconsistentes con sus objetivos, ser incapaces de desligar sus problemas de un área de su vida a otra y ser impulsivos y viscerales.
Según el psicólogo clínico Manuel Escudero (2020), un cuadro de inestabilidad emocional se presenta en personas indecisas y con baja autoestima, que tuvieron una crianza sobreprotectora, y ahora tienen una alta exigencia y una inadecuada inteligencia emocional, por lo que suelen tener relaciones con dependencia emocional.
En cuanto a su presencia en diferentes patologías, la inestabilidad emocional es un síntoma presente en el 40%-60% de los trastornos de depresión, ansiedad y estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno límite de la personalidad.
Además, cuando la inestabilidad emocional se agrava y se une a otros factores, puede conducir a un trastorno mental conocido como “labilidad afectiva”, en el que las personas sufren ataques recurrentes, involuntarios e incontrolables de ira, llanto o risa de manera exagerada.
¿Cómo podemos lidiar con la inestabilidad emocional?
Existen varios enfoques de terapia psicológica que tratan la inestabilidad emocional, como la terapia basada en la mentalización o la terapia de esquemas.
Según el psicólogo Arturo Torres (2018), la intervención psicológica presencial u online con un enfoque cognitivo-conductual es la forma más efectiva de lidiar, o convivir, con la inestabilidad emocional.
A través de la reestructuración cognitiva (modificar y sustituir el pensamiento desadaptativo por uno adaptativo) y la regulación emocional, el individuo aprenderá estrategias y técnicas que le ayudarán a identificar y prevenir las fluctuaciones anímicas y el malestar que eso conlleva. Añadir técnicas y pautas de terapia breve y de terapias de tercera generación, como la terapia de aceptación y compromiso, pueden enriquecer el afrontamiento del tema.
¿Podría tener inestabilidad emocional? Haz el test
Si, tras leer toda la información anterior, te han surgido dudas acerca de la inestabilidad emocional y te gustaría seguir profundizando y desarrollando tu crecimiento personal, puedes hacer este test para saber en qué grado te asemejas con las características típicas de este rasgo. Se trata de una versión abreviada del test de personalidad Big Five Inventory (John et al., 1991), que ha sido adaptado y estandarizado en castellano, adoptando el nombre de los Cinco Grandes. Esta versión está compuesta por 20 enunciados que valoran solamente el rasgo de personalidad de la inestabilidad emocional:
Deseamos resaltar que, tal como menciona Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica y de la Salud, no existen emociones ni estados de ánimo "malos", ya que las sensaciones y los procesos que vivimos siempre pueden aportarnos información importante. Por lo tanto, no debemos huir de ellos, sino hacerles frente. Identificar y canalizar correctamente nuestro estado de ánimo nos permitirá mejorar nuestra calidad de vida. La mejor forma de alcanzar nuestro bienestar es a través del autoconocimiento.
En Therapyside encontrarás profesionales de la psicología que te pueden aconsejar, apoyar y guiar para alcanzar tu mejor versión.