Cómo mantener la motivación en el trabajo durante el verano
Cuando se trata de alcanzar una meta y ser productivo en tu trabajo, tu peor enemigo no es la escasez de recursos, la falta de conocimientos o los obstáculos que puedan aparecer en el camino, sino la desmotivación. Un problema que, según reveló un informe presentado por la consultora de recursos humanos Hays, afecta al 54% de los empleados en España y puede agravarse con la llegada de las altas temperaturas, la jornada intensiva y los planes vacacionales durante el verano.
La motivación es el motor impulsor de la conducta, una pieza angular de la productividad, la creatividad y la felicidad. Son los motivos los que dirigen tu comportamiento, te permiten mantener el rumbo y conservar las fuerzas durante todo el trayecto. Si pierdes la motivación, es muy probable que tu energía se reduzca y tu productividad empiece a disminuir, de manera que te costará más conseguir tus metas y te sentirás más insatisfecho. Por eso, es importante comprender las causas que se esconden tras esa desmotivación y falta de compromiso para lidiar con ellas, recobrar las fuerzas y seguir adelante.
¿Te sientes sin energía y desmotivado durante el verano? Estas pueden ser las causas:
A medida que las temperaturas aumentan, la productividad y la motivación en muchos equipos de trabajo tiende a disminuir. De hecho, es probable que notes cómo empeora tu rendimiento cognitivo, se reduce tu concentración y tu capacidad para afrontar las tareas cotidianas, pudiendo una simple tarea cotidiana, demandar un esfuerzo titánico y cobrarte una alta factura física y psicológica. Sin embargo, no estás solo, la desmotivación afecta durante el verano a muchas más personas de las que podríamos imaginar y una de las razones principales pueden ser las altas temperaturas.
¿Sabías que el calor puede afectar a tu capacidad para pensar con claridad y concentrarte en una tarea? Así lo corroboró un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Oregón al encontrar cómo las altas temperaturas pueden tener un gran impacto en nuestras funciones cognitivas y rendimiento cotidiano. Lo que sucede es que cuando hace calor, el metabolismo se activa para intentar regular la temperatura corporal y consume más glucosa, que también es la principal fuente de energía de nuestro cerebro. Por tanto, cuanto más energía utilice tu cuerpo en bajar su temperatura, menos glucosa queda disponible para las funciones cognitivas, por lo que es probable que tardes más en reaccionar, pudiéndose ver afectada tu capacidad para resolver problemas y tomar decisiones.
Por otra parte, cuando aumentan las temperaturas es normal que te resulte más difícil conciliar el sueño, de manera que descansas peor y como resultado, es probable que el rendimiento disminuya. Además, el hecho de que tus próximas vacaciones estén a la vuelta de la esquina, puede hacer que te sientas más desenfocado y distraído de tus tareas cotidianas, haciendo que te sientas más desmotivado con tu trabajo.
Asimismo, durante el verano es habitual que muchas empresas decidan ralentizar el ritmo de trabajo y retrasar los nuevos proyectos para el último trimestre del año, enfocándose en las tareas más rutinarias y/o aquellas que se vienen arrastrando desde hace tiempo. Una estrategia que puede resultar aburrida y desmotivante, si eres de esas personas que necesitan contar con nuevos retos y desafíos de manera continua.
Una creencia muy extendida afirma que no hay nada mejor para recuperar la motivación por el trabajo que una buena recompensa. Sin embargo, una investigación realizada en la Universidad de Rochester encontró que esta estrategia no es siempre efectiva ya que si bien las recompensas pueden tener un papel gratificante en algunas circunstancias, en la mayoría de los casos no estimulan la motivación intrínseca. En este sentido, la mejor manera de recuperar la motivación por el trabajo y la energía en verano consiste en redescubrir el placer por tu trabajo, el primer paso para empezar a disfrutar de las tareas que haces cotidianamente.
Aquí tienes 5 claves para recuperar la motivación y la energía en verano:
1. Redescubre el sentido que tu profesión tiene para ti
Todas las profesiones, tanto si se trata de un perfil más creativo como de uno más funcional, encierran cierta dosis de rutina y apatía. Siempre habrá tareas que te resulten más llamativas que otras, pero al final todas son igualmente imprescindibles porque forman parte de una meta mayor. Sin embargo, a veces, pueden desmotivarte porque a golpe de hábito y cotidianidad, se pierde de vista el sentido que tu profesión tiene para ti. Tomar una pausa para reflexionar sobre cuál es tu objetivo profesional, por qué elegiste ese trabajo y qué es lo que más te gusta de tu profesión, puede ayudarte a mantenerte focalizado y recuperar la motivación perdida durante el verano.
2. Céntrate en los detalles positivos de tu alrededor
A veces las tareas cotidianas y la sensación de apatía pueden convertirse en un obstáculo que te impide ver todas las cosas positivas que ocurren a tu alrededor. Desde la oportunidad de disfrutar de planes sociales gracias a la jornada intensiva y la proximidad de tus próximas vacaciones hasta los pequeños logros que has conseguido en tu trabajo y los problemas que has resuelto. También es importante prestar atención a estos detalles positivos ya que serán el combustible que necesitas para mantenerte motivado a lo largo del camino.
3. Cambia tu rutina y añádele una dosis de diversión
La rutina debería ser una herramienta para aumentar tu productividad y no una camisa de fuerza que te robe la motivación y la creatividad. Por tanto, si sientes que tu rutina te roba la ilusión e impide avanzar, analiza qué podrías cambiar para sentirte mejor. Quizá te sientas más a gusto si modificas la decoración de tu puesto de trabajo o si escuchas una lista de canciones motivadoras mientras estás inmerso en tus actividades rutinarias. Añadir una dosis de diversión a tu rutina y un toque de novedad a lo cotidiano puede ayudarte a recuperar la motivación perdida.
4. Convierte los equipos de trabajo en tus aliados
Los equipos de trabajo pueden convertirse en una excelente fuente de motivación. Colaborar con otros compañeros de profesión y aunar fuerzas para solucionar una tarea determinada o darle forma a un proyecto no solo puede disparar tu creatividad sino también hacerte pasar un rato divertido mientras trabajas. Por tanto, una excelente manera para combatir la desmotivación en verano consiste en trabajar en equipos que te permitan redescubrir la pasión por tu profesión y crear vínculos que puedan darte el empujón que necesitas cuando sientas que las energías te abandonan.
5. Sé más proactivo
Si asumes que “es lo que hay” y te convences que no puedes hacer nada para salir de la desmotivación, muy probablemente te sea complicado salir de esa mentalidad. Cuando caes en ese estado de resignación, es probable que te sientas derrotado e incapaz de generar el cambio que necesitas. Sin embargo, si asumes una actitud más proactiva, tomas las riendas de tu trabajo cotidiano y buscas alternativas que te hagan sentir motivado es probable que encuentres razones que te devuelvan las energías y ganas de afrontar tus tareas cotidianas. A fin de cuentas, muchas veces las circunstancias no nos acompañan, pero una buena actitud y expectativas, nos ayudará a lidiar con ellas.
Por último, no olvides que todos en algún momento hemos perdido de vista nuestros objetivos y nos hemos sentimos desmotivados. No te presiones para salir de ese estado, date el tiempo que necesites para recuperar la ilusión perdida y abre tu mente para ver la parte positiva de esta etapa, a fin de cuentas, ese período de dudas y desmotivación también puede ayudarte a valorar más los detalles que adoras de tu trabajo o en el caso contrario, a darte fuerzas para cambiar de rumbo.