Crecimiento personal
13/3/2025
4
min

Running y salud mental: así es el combo que te hará ganar

Salir a correr se ha convertido en una de las actividades favoritas para liberar el estrés, ganar energía y sentirse bien. Es un momento para conectar con uno mismo, para soltar tensiones y para disfrutar del movimiento. No es casualidad que muchos lo describan como su mejor terapia.

Pero, ¿y si pudiéramos llevar ese bienestar un paso más allá? El running es una herramienta increíble para la salud mental, pero no es la única. Así como entrenamos el cuerpo para mejorar nuestro rendimiento, también podemos entrenar la mente para gestionar nuestras emociones y pensamientos de forma más consciente.

Entonces, ¿qué pasa cuando combinamos el ejercicio con terapia? La respuesta es simple: potenciamos los beneficios de ambos y conseguimos un bienestar más completo.

Si estás empezando a correr, esto es para ti

Si te has puesto las zapatillas y has decidido darle una oportunidad al running, bienvenido a una de las mejores formas de conectar contigo mismo. Pero también entendemos que los primeros días pueden parecer más un reto que un disfrute.

Aquí tienes algunas claves para que tu comienzo en el running no se convierta en una batalla, sino en un proceso natural y motivador:

1. No busques correr “bien”, busca correr a tu manera

No necesitas velocidad ni aguantar kilómetros interminables desde el primer día. Corre a un ritmo cómodo, donde puedas respirar sin sentir que te falta el aire. Si necesitas alternar andar y correr, hazlo sin culpa. Lo importante es moverte.

2. Olvídate del cronómetro al principio

Medir el tiempo o la distancia puede ser útil más adelante, pero si te obsesionas con ello desde el inicio, puede jugar en tu contra. Ahora corre por sensaciones, no por números.

3. Encuentra un motivo más allá del rendimiento

Correr puede ser un espacio para despejar la mente, para sentir tu cuerpo en movimiento o simplemente para desconectar del día a día. Si lo disfrutas, la constancia vendrá sola.

4. Un día difícil no significa que no sirvas para esto

Habrá días en los que todo fluya y otros en los que cada paso pese más de lo esperado. Es normal. No dejes que un mal día te haga pensar que correr no es para ti. Escucha tu cuerpo y sigue adelante.

5. Recuerda que la motivación no siempre estará, pero el hábito sí

Al principio, el entusiasmo hará que quieras salir a correr, pero con el tiempo habrá días en los que prefieras no hacerlo. Ahí es donde entra el hábito. No esperes a sentirte motivado, simplemente ponte las zapatillas y sal. El simple hecho de empezar hará que el resto fluya.

Correr es un camino en sí mismo, no una meta que alcanzar. Hazlo a tu ritmo, sin presiones. 

6. Céntrate en el momento presente

Disfruta cada paso, toma consciencia de cómo tu cuerpo responde a tu esfuerzo y voluntad y cómo te vas superando cada día un poco más.

Los beneficios del running para la mente

El running no solo mejora la condición física, sino que tiene un impacto directo en la salud mental. Correr libera endorfinas, ayuda a reducir el estrés y aporta una sensación de claridad mental que pocos deportes ofrecen.

1. Ayuda a regular el estrés y la ansiedad

El movimiento es una forma natural de liberar la tensión acumulada. Correr nos permite soltar preocupaciones, regular la respiración y enfocarnos en el presente.

2. Genera sensación de éxito y motivación

Superar retos personales, mejorar tiempos o simplemente completar una carrera refuerza la autoestima y la motivación. La sensación de logro después de una buena sesión de running es incomparable.

3. Favorece la concentración y el estado de ánimo

El running estimula la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, esenciales para mantener un estado de ánimo positivo.

4. Mejora la conexión con uno mismo

Correr es un espacio de introspección. Es un momento para estar en silencio, para escuchar el cuerpo y para ordenar pensamientos.

5. Nos ayuda a desarrollar disciplina y constancia

Salir a correr, incluso cuando no apetece, fortalece la voluntad, enseña a construir hábitos, a superar la pereza y a mantener compromisos con uno mismo.

¿Es suficiente correr para cuidar la salud mental?

El running aporta beneficios psicológicos evidentes, pero no es una solución única para el bienestar psicológico. Hay emociones y pensamientos que no se resuelven solo con movimiento, y ahí es donde entra la importancia de la terapia.

1. Running y gestión emocional: aliados, pero no sustitutos

Si bien correr puede ayudar a liberar tensiones, no siempre nos permite entender qué nos preocupa o nos bloquea. La terapia ofrece un espacio para explorar esas emociones y pensamientos en profundidad.

2. El riesgo de usar el deporte como vía de escape

Algunas personas utilizan el running para evitar enfrentarse a ciertas emociones. Y aunque en el momento parezca funcionar, a largo plazo, la evasión no es la mejor estrategia.

3. El equilibrio entre acción y reflexión

El ejercicio nos da claridad, pero no siempre nos proporciona herramientas para resolver conflictos internos. La terapia nos ayuda a desarrollar habilidades para gestionar el estrés, las preocupaciones o los pensamientos intrusivos.

Running y terapia: la combinación perfecta

El mejor enfoque para la salud mental es aquel que combina el cuidado físico con el mental. No se trata de elegir entre uno u otro, sino de aprovechar lo mejor de ambos.

1. Entrena tu cuerpo y tu mente

El running fortalece el cuerpo, la terapia fortalece la mente. Trabajar ambas áreas nos ayuda a sentirnos mejor en todos los niveles.

2. Aprende a escuchar lo que realmente necesitas

Correr nos conecta con nuestro cuerpo, pero la terapia nos enseña a conectar con nuestras emociones. Juntas, ambas herramientas nos ayudan a conocernos mejor.

3. Evita la autoexigencia excesiva

La terapia puede ayudar a identificar patrones de autoexigencia y evitar que el running se convierta en una presión en lugar de un placer.

4. Reduce el estrés desde diferentes ángulos

El running libera estrés físico, la terapia ayuda a gestionar el estrés mental. Juntas, crean un enfoque integral para el bienestar.

5. Encuentra un propósito más allá del ejercicio

La terapia ayuda a definir objetivos personales más allá del deporte, permitiendo que el running se disfrute sin la necesidad de que sea el único medio para el bienestar.

En resumen, correr es una forma completamente válida de cuidar tu salud, pero no es la única. La terapia y el running se complementan a la perfección, cada uno aportando beneficios distintos pero imprescindibles.

Moverse es importante, pero también lo es aprender a entender nuestras emociones, a gestionar el estrés y a desarrollar hábitos saludables para vivir mejor. Si el running es tu refugio, la terapia puede ser tu guía para disfrutarlo aún más, sin presión ni exigencias innecesarias.

Porque cuidar de la salud mental no es solo cuestión de correr más rápido, sino de aprender a moverse en la dirección correcta.

Puedes contar con un psicólogo online en Therapyside para seguir profundizando en tus emociones, priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico. Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor este tema, ¡esperamos que te sientas más empoderado para vivir una vida sin limitaciones!

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