Síntomas de la fobia social
Conocer qué es y cuáles son los síntomas de la fobia social y saber cómo puede afectar a nuestro día a día puede resultar realmente recomendable sobre todo en aquellos casos en los que creemos que alguien cercano (o nosotros mismos) puede estar sufriendo esta situación.
Así pues, en este artículo vamos a profundizar sobre el tema y a explicarte detalladamente qué es y cuáles son sus síntomas.
¿Qué es la fobia social?
A pesar de que hay muchos tipos diferentes de fobias, vamos a hablar de una en concreto: la fobia social, que es una derivación específica de los problemas de ansiedad. Las reacciones solo se sufren en las interacciones sociales, pudiendo crearte unos sentimientos exacerbados de timidez e inhibición en el contexto social.
Esto a su vez, se torna en un poderoso miedo que te puede crear una gran incomodidad en las situaciones sociales diarias. Lo más normal es que, si padeces esta situación, solo puedas interactuar con tu familia y con amigos cercanos. Sin embargo, la gente desconocida se escapará de tu espectro de socialización.
Además, las situaciones en las que tengas que hablar en público pueden hacer que tu timidez excesiva se haga visible y no te salgan las palabras o sientas un bloqueo. Todo ello interferirá negativamente en tu vida cotidiana, ya que no podrás disfrutar de actividades sociales y, poco a poco, te irás aislando cada vez más.
¿Qué puede causar la fobia social y sus síntomas?
Si algo podemos afirmar acerca de las causas de la fobia social es que no se sabe con certeza por qué se desarrolla en algunas personas y en otras no. Hay indicios de que podría ser algo hereditario, pero también hay personas que no tienen parientes con este problema y ellos sí que lo desarrollan.
No obstante, sí hay factores de riesgo que pueden hacer que aparezca en mayor medida. Por ejemplo, la incapacidad o dificultad de interpretar la conducta de otras personas.
Si tienes dificultades a la hora de identificar frases con sarcasmo o interpretar los gestos faciales de otras personas podrías sentirte fuera de lugar o mostrar inseguridad en las conversaciones. Algo que, a su vez, podría generarte miedo o ansiedad al enfrentarte a situaciones similares.
Otro ejemplo sería el de no tener habilidades sociales demasiado desarrolladas, como podría ser la facilidad de dar continuidad a una conversación. El silencio podría causarte nerviosismo y hacer que evites futuras situaciones similares.
En cualquier caso, vamos a darte una información algo más detallada sobre las posibles causas. No obstante aquí puedes leer más acerca de cómo superar la fobia social.
Factores biológicos
Como, por ejemplo, el temperamento que una persona hereda. Las características de tus genes heredadas de tus antecesores pueden influenciar a tu cerebro para que sienta y regule la ansiedad de manera diferente. De igual forma ocurre con la timidez, los nervios y el estrés.
Así pues, las personas con una forma de ser tímida son más propensas a padecer fobias sociales. Obviamente, no todo el que sea tímido va a desarrollar este problema, pero sí es más frecuente que quien la desarrolle tenga esta condición.
Comportamientos aprendidos
Un factor decisivo en estos comportamientos son los padres. Si tus padres te sobreprotegieron debido a tu timidez, esto ha podido favorecer que desarrolles fobia social. ¿Por qué? Pues porque no te has tenido que enfrentar a situaciones nuevas con personas diferentes.
Por otro lado, si tus padres son tímidos, podrían haber sentado ese ejemplo en ti al evitar ciertas interacciones sociales.
Experiencias vitales
Pero, obviamente, no todo va a ser ajeno a ti. Tus propias experiencias también han podido influir en que desarrolles estos síntomas de la fobia social. Por ejemplo, si en algún momento has sufrido humillaciones por parte de los demás o si te has visto en la obligación de socializar cuando crees que no era el momento adecuado para ello podrías haber vivido experiencias negativas en cuanto a la relación con los demás.
Sobre todo si esto ocurre en edades tempranas, es posible que inconscientemente hayas crecido pensando que los demás van a tener una mala opinión de ti o te van a juzgar de forma negativa. Y, para evitar este problema, has decidido evitar las situaciones sociales. Algo parecido podría ocurrir con el miedo al amor; si has vivido en el pasado alguna relación de pareja desfavorable puede que no quieras volver a pasar por algo similar.
¿Cuáles son los síntomas de la fobia social?
La mejor manera de detectar que tú o alguien de tu alrededor está padeciendo fobia a la gente es conocer sus indicios. Los síntomas de la fobia social son bastante claros e incluso pueden detectarse, aunque no se estén manifestando dentro de ti.
Nerviosismo
Cuando alguien con ansiedad social se encuentra en una situación de socialización como una reunión de amigos o una comida de trabajo, le envuelve una sensación muy fuerte de nerviosismo. Esto se manifiesta a través de la dificultad para hablar y del aislamiento de la conversación.
De hecho, aunque se interese por los temas que se están contando, le costará mucho e incluso puede llegar a serle imposible meter baza.
Vergüenza y timidez
Si sientes vergüenza cuando estás con otras personas por lo que puedan pensar de ti o si tu timidez se agudiza y eres incapaz de entablar una conversación o, simplemente, mantener la mirada, podrías estar padeciendo ansiedad social.
Miedo a ser juzgados
Si lees esto, probablemente pensarás que el miedo a ser juzgado le pasa a todo el mundo. Y realmente tienes razón ya que es frecuente que muchas personas lo manifiesten. No obstante, no debes dejar que este miedo se apodere de ti impidiendo que te relaciones. La diferencia entre el miedo frecuente que todas las personas pueden sentir y el miedo referente a la ansiedad social se encuentra en la intensidad de este sentimiento.
Preocupación excesiva por los eventos
Es decir, que varias semanas o días antes de que se produzca la situación social, tú ya almacenas nervios, miedo y ansiedad en torno a ella. Esta reacción no es más que un indicio de que existe ansiedad social, ya que simplemente con pensar en que vas a tener que exponerte y acudir a un lugar con varias personas, te sientes mal.
Evitar lugares concurridos
Otro de los síntomas de la fobia social es evitar lugares concurridos así como periodos de tiempo en los que hay muchas personas por la calle o en lugares concretos. Por ejemplo, no vas al supermercado hasta que no tienes más remedio y, cuando tienes que ir, lo haces a horas en las que la gente no suele ir a comprar.
Si planificas todo esto cada vez que acudes a un lugar concurrido, puedes padecer ansiedad social.
Incapacidad para hacer amistades
Tienes problemas para hacer amistades. Pero no solo para hacerlas, sino también para conservarlas. A fin de cuentas, esto te llevará a aislarte por completo y a evitar situaciones en las que haya muchas personas o, simplemente, alguien a quien no conoces.
Esta situación puede empujarte a tomar distancia de aquellas personas que te han acompañado a lo largo de tu vida. Además de hacerte más difícil la posibilidad de conocer a otras personas y aumentar tu grupo social.
Tener reacciones físicas concretas en situaciones sociales
Algunas reacciones que se consideran síntomas de la fobia social son sonrojarse, sudar o temblar. Estas manifestaciones físicas no son más que el retrato de aquello que ocurre en tu cerebro.
Si sientes vergüenza es normal que te sonrojes, y si sientes nervios o miedo, es frecuente que manifiestes una sudoración excesiva o incluso temblor. Pero claro, el problema se halla en que no es lógico que te sientas así cuando estás con otras personas.
Náuseas y malestar
Si el episodio ansioso que atraviesas es muy intenso, puedes incluso llegar a sentir náuseas y mareos, así como dolor en el estómago. Todo ello, únicamente por estar rodeado de gente.
¿Cómo te afecta la ansiedad social?
La forma en la que te puede afectar este problema es muy amplia y compleja. En cualquier caso, prácticamente todos sus efectos son de carácter negativo.
Vamos a enumerar tres de las consecuencias de vivir con ansiedad social para que puedas comprender la importancia de superarla.
- Sensación de soledad y tristeza: al valorar que no has ampliado tu círculo social de la manera que te gustaría y por ende, observar que no te has divertido lo suficiente.
- Desaprovechamiento de oportunidades: debido a que estas implicaban actos de socialización. Un ejemplo sería el de acudir a un curso para mejorar en tu entorno laboral.
- Desaprovechamiento de tus talentos y habilidades: si tienes algún talento, quizás no lo desarrolles al máximo por tu incapacidad para exponerte. O quizás no puedas realizar ciertas actividades, como el deporte, debido a que tendrías que relacionarte con otras personas en los entrenamientos.
Estos son solo tres ejemplos, pero el espectro que pueden alcanzar las consecuencias de este tipo de ansiedad va mucho más allá.
¿Debo acudir a un profesional?
La respuesta es un sí rotundo. Es primordial para el desarrollo de tu vida que acudas a un especialista que pueda darte las técnicas apropiadas para superar cualquier tipo de fobia.
De lo contrario, sentirás cada vez más soledad e incluso puede que te sientas incapaz de salir de tu situación, lo cual puede hacerte derivar en situaciones aún más graves. Por tanto, no lo dudes ni un momento y acude a un psicólogo experto para solucionar este problema.
Ahora que sabes algo más acerca de la los síntomas de la fobia social, esperamos que esto te ayude a reconocerla en el caso de que la padezcas y te pongas manos a la obra para mejorar tu situación.
En Therapyside encontrarás profesionales que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.