Vuelta de vacaciones: cómo motivar a tu equipo al final del verano
¿Sabías que hasta el 54% de las personas podrían no sentirse motivadas en sus trabajos en la actualidad? En 2021 las personas desmotivadas llegaban al 47% (Hays España, 'Guía del Mercado Laboral 2022'). ¿Cuáles podrían ser los motivos?
A la vuelta de nuestras vacaciones, cuando reiniciamos la actividad y obligaciones laborales, sería oportuno revisar nuestras motivaciones.
¿Recuerdas cuándo eras niño y se iban acabando los días de vacaciones de verano y veías a la vuelta de la esquina comenzar las clases y el siguiente curso escolar? Era un suplicio para muchos de nosotros y, en ocasiones, generaba malestar, tensión y desmotivación. Es cierto que para otros la actividad escolar y volver a ver a compañeros del pasado curso era una gran alegría y satisfacción.
Ahora ya de adulto, estás de vacaciones y un día te levantas inquieto, tienes una sensación extraña en tu cuerpo, cierta ansiedad y empiezan a surgir algunos pensamientos desagradables. Sí, estás en lo cierto, las vacaciones están finalizando y en pocos días volverás al trabajo, a la oficina, a la rutina de todo el año, a esas reuniones interminables en equipo y en videollamadas, a esas conversaciones y disparidad de criterios con tu jefe/a… Y recuerdas que solo te quedan 11 meses y unos 330 días para las próximas vacaciones de verano. Que no cunda el pánico. Vamos a repasar algunos apartados que nos pueden motivar de manera individual y en equipo para que la vuelta al trabajo pueda tener dosis de motivación e ilusión.
¿Qué es la motivación?
La Real Academia Española define en una de sus entradas la motivación como el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona.” Esa definición ya nos da pistas clave, por un lado, los dos tipos de motivación que podemos encontrar las personas y, por otro, las acciones correspondientes.
En primer lugar, vamos a diferenciar los tipos de motivación. Psicólogos que han dado soporte y han sido referentes en este tema han sido, por ejemplo, Abraham Maslow y su famosa Pirámide de las necesidades, que explica cómo vamos cubriendo sucesivos niveles de necesidades desde las más básicas hasta otras más específicas y complejas como la autorrealización personal; Bernard Weiner, con su Teoría de la atribución, en función de experiencias y logros anteriores o Albert Bandura con su Teoría de la autoeficacia y cómo nos vamos aproximando a los objetivos, tareas y desafíos. Pero, ¿cómo se diferencian los tipos de motivación? Veamos los dos tipos principales:
- Motivación intrínseca: nace del interior de cada persona y va unida a un deseo de superación constante de nosotros mismos. A estas personas les gusta aprender y están abiertas al conocimiento y crecimiento personal. Su perfil personal destaca por su amor propio, satisfacción personal y creatividad. En definitiva, esta motivación se vincula con la satisfacción en realizar la propia actividad.
- Motivación extrínseca: está más vinculada al deseo de conseguir recompensas o premios externos, como, por ejemplo, un ascenso en el trabajo. Lo que importa es ser reconocidos y valorados por los demás. El perfil personal de este tipo de motivación está muy relacionado con sueldo, ascensos, elogios y premios. En definitiva, esta motivación se vincula con el resultado y la aprobación social.
Un aspecto clave que se debe entender es que la motivación intrínseca, como parece lógico, es más duradera en el tiempo, al nacer desde el interior del individuo. Ahora bien, se pueden combinar ambos tipos de motivación según las necesidades y objetivos a conseguir. Cualquier trabajador, para aumentar su autoconocimiento, y cualquier líder que se precie debe conocer las motivaciones de sus equipos de trabajo y la manera de potenciarlas y sacar el mayor provecho para el éxito de la organización.
Estrategias de motivación individual y grupal a la vuelta de vacaciones
Vamos a plantear algunas estrategias de motivación individual y posteriormente en equipo unido al estilo de liderazgo:
Motivación individual en el trabajo a la vuelta de las vacaciones
- Plantear un plan de formación específico para el empleado en función de sus intereses personales y profesionales para los próximos meses.
- Charlas (con cafés de manera presencial/online) distendidas entre cada responsable y trabajador para conocer su estado de ánimo, expresar emociones y conocer sus expectativas de futuro en la empresa.
- Repasar su carrera profesional en la empresa, recorrido, experiencia, años y valorar posibles cambios o ascensos en la medida de lo posible. Es una buena época para redefinir objetivos y retos para los siguientes meses antes del cierre del año. Se puede ofrecer realizar un coaching personalizado.
- Incentivos como guardería, campamentos en épocas de vacaciones o salidas a la naturaleza en familia facilitadas por la empresa para aquellos trabajadores que son madres y padres es un gran incentivo que mejora el rendimiento, productividad y sentimiento de pertenencia con la empresa.
Motivación en el equipo de trabajo a la vuelta de las vacaciones
- Comunicación transparente. Hacer una reunión conjunta de empresa post-vacacional en los que los responsables de la empresa darán el mensaje y visión de la organización en los próximos meses, podrá comunicar de manera transparente nuevas acciones y medidas y se dé, en igual medida, la palabra al equipo. Podrá realizarse por departamentos para que sea más fácil la participación de más empleados.
- Ampliar el período de jornada continua. Hacerlo, si es posible, hasta el mes de septiembre, para conciliar la vida laboral y familiar y la vuelta al trabajo no sea tan pesada. Está encima de la mesa el debate de la semana laboral de 4 días, que también puede valorarse, aunque depende de las características de la empresa y los servicios prestados.
- Empresa saludable. Crear, si no existe, o continuar la planificación y acciones de cuidado de la salud física, salud mental (psicólogo sanitario y horas de terapia), alimentación saludable, cafés gratis, buenas condiciones físicas (espacio de trabajo y oficinas atractivos), que ha cobrado todavía mayor relevancia después de la pandemia por COVID-19. Las medidas saludables, por una parte, retienen talento y, por otra, refuerzan el sentimiento de pertenencia del empleado, ya que se siente cuidado por su organización.
Además de todo esto hay que tener muy presente el uso de un estilo de liderazgo adecuado de cada responsable, evitando un estilo muy autoritario o poco democrático, sin caer en un exceso de permisividad. Se podría entender que un liderazgo transformacional sería el indicado para este objetivo motivacional.
No abusar del liderazgo transaccional en el que predominen las recompensas o castigos, que podría tener resultados a corto plazo pero podría llevar la desmotivación a más largo plazo al depender en gran medida de factores externos. Con el liderazgo transformacional, en cambio, apostaremos por la proactividad para motivar a los empleados, la escucha activa, una atención más individualizada, seguir los valores de la empresa y poner en el centro de la misma el desarrollo y crecimiento de las personas.
Se sentirán valoradas y escuchadas, agradecerán esos detalles, esa atención personalizada de sus responsables y repercutirá en positivo en el clima laboral y en la motivación. Con frecuencia, se consiguen mejoras en la motivación con acciones menos costosas de lo que pueden suponer desde la dirección.
El papel del departamento de recursos humanos o gestión humana será clave en estos procesos. El bienestar emocional depende de acciones sensibles y estratégicas de los/as responsables y harán que la vuelta de las vacaciones no sea tan dura para nuestros equipos.
Si quieres seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, desde Therapyside te podemos ayudar a conseguirlo.
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