Cómo actuar si una persona en tu equipo tiene depresión
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión, junto con la ansiedad, es la causa principal de enfermedad en el mundo. Le cuestan a la economía mundial casi un trillón de dólares cada año principalmente por la reducción de productividad. En la Unión Europea, una de cada seis personas presenta algún problema de salud mental, principalmente asociado a la depresión.
Actualmente, los lugares de trabajo se convierten en entornos relevantes para prevenir e identificar la depresión, puesto que están obligados a prevenir los riesgos psicosociales. Dado que un trabajador promedio utiliza un 60% de las horas despierto durante el día para dedicarse al trabajo, los entornos laborales son un lugar clave para prevenir la depresión.
Ciertos ambientes laborales y el trabajo digital pueden ser bastante estresantes, lo que genera una vulnerabilidad psicológica que puede propiciar la depresión. Además, existen factores en ciertos entornos laborales que pueden contribuir a la depresión de las personas, entre ellos se destacan:
- Alta carga laboral
- Bajo control del ritmo de trabajo
- Pobre apoyo social
- Desequilibrio entre esfuerzo invertido y recompensa recibida
- Percepción de tratos injustos
5 recomendaciones sobre cómo actuar si una persona en tu equipo tiene depresión
Aún cuando haya conductas como las propuestas que faciliten la prevención e intervención en los casos de posible depresión en el entorno laboral, es importante aclarar que para prevenir y manejar la depresión de forma efectiva es necesario que la persona que la padece pueda ser asistido por profesionales de la psicología con conocimientos en el tema.
1. Educarse sobre el tema
En el estudio realizado por los psicólogos Elisa Ansoleaga y Gonzalo Miranda, mencionan la importancia de la educación sobre la depresión en entornos laborales. Los autores reconocen que es importante reconocer algunos de los síntomas o signos de la depresión y entender que existen entornos laborales que pueden contribuir a la depresión de las personas. Por un lado, la depresión en el trabajo presencial y en el teletrabajo se puede observar aspectos como:
- Pérdida de interés en las actividades diarias
- Dificultades para conversar y conectar con otros miembros del equipo
- Problemas con fechas de entrega de actividades
- Dificultades de concentración
- Absentismo y presentismo laboral
- Procrastinación de actividades
- Pérdida de la iniciativa y motivación con el trabajo
- Sobrepensar en los errores o en lo que se hizo mal
Ahora bien, la depresión es una enfermedad compleja y puede ir más allá de lo mencionado anteriormente. Sin embargo, estar informados sobre la depresión permite aumentar la probabilidad de hacer acciones para prevenirla y manejarla. Además, es probable que un trabajador acuda a los líderes de equipo o a algún compañero cercano para hablar sobre el tema, por ello, estar preparados puede disminuir el impacto y el estigma asociado con la depresión.
Recordar que ante cualquier sospecha de estos aspectos o si la persona ya cuenta con un diagnóstico oficial es recomendable consultar con profesionales que presten servicios psicológicos para buscar una orientación más específica al respecto y ayudar a que la persona pueda buscar la terapia como respuesta.
2. Hablar abiertamente sobre la depresión
En algunas investigaciones se ha encontrado que el apoyo social dentro de los entornos laborales es uno de los predictores principales para desarrollar depresión en el futuro. Por tanto, se hace necesario tener la oportunidad de hablar con la persona del equipo que tiene depresión para poder brindar un apoyo social basado en la empatía. Para poder tener conversaciones empáticas sobre la depresión, se pueden recomendar algunos pasos como los siguientes:
- Paso 1: inicia la conversación mencionando los comportamientos que has podido ver en el entorno laboral. Por ejemplo “noto que te has ausentado de varias reuniones últimamente o parece que te encuentras desmotivado con tus actividades”
- Paso 2: expresa la preocupación y muestra empatía para que la persona pueda hablar al respecto. Realiza algunas preguntas abiertas sobre qué piensa al respecto, cómo se siente y qué puede estar pasando
- Paso 3: permite que la persona se exprese emocionalmente e intenta no emitir juicios sobre lo que puede estar viviendo
- Paso 4: buscar alternativas en conjunto y no dar soluciones rápidas. Preguntar por elementos del trabajo que siente que podrían contribuir al manejo de la depresión
Este último paso es importante porque en ocasiones es común brindar soluciones rápidas o decir palabras para hacer sentir bien a la persona. No obstante, esto puede tener el efecto contrario. Por tanto, es mejor tener empatía al generar la conversación sin tabúes y hacer lo posible por mencionar que puede contar con su apoyo.
3. Hacer cambios en el entorno laboral
A partir de la conversación y la búsqueda de alternativas con la persona que presenta depresión, se recomienda promover entornos laborales que puedan ajustar ciertos elementos. Algunos ejemplos que pueden aplicar también en el teletrabajo son:
- Permitir un horario flexible: es común que las personas con depresión presenten dificultades para organizar sus horarios de sueño, alimentación, entre otros. Por tanto, un horario flexible de trabajo centrado en objetivos puede ayudar a que la persona se pueda organizar mucho mejor. No obstante, esto debe ser un equilibrio entre la empresa y las necesidades de la persona.
- Promover la comunicación con el equipo: mostrar empatía y alentar a la persona con depresión a que asista a todas reuniones, hable con los miembros del equipo e intente expresar sus ideas con libertad.
- Enfocarse en las cosas positivas que se hicieron en el trabajo: una de las características de la depresión es que la persona se vuelve muy autocrítica de sí misma y solo piensa en lo negativo o lo que se hizo mal. Por ello, se sugiere apoyar a la persona resaltando principalmente los aspectos que hizo bien y posteriormente mencionar las cosas en las que debe mejorar.
Además, estas estrategias no solamente aplican cuando una persona tiene depresión, sino que también pueden ser efectivas para prevenir la depresión. Cuentan con evidencia científica basadas en herramientas de la terapia cognitivo-conductual.
4. Promover políticas de desconexión laboral
Especialmente en el teletrabajo, se ha visto un aumento del trabajo fuera de la jornada laboral. Esto ha llevado a que muchas compañías adopten políticas de desconexión laboral que buscan que las personas no realicen actividades laborales fuera del horario establecido de trabajo. En contraste, se ha encontrado que las personas con depresión pueden procrastinar sus actividades y dejarlas para realizarlas fuera de su horario habitual de trabajo, por lo que este tipo de políticas puede ser una estrategia útil de prevención.
Por lo anterior, se sugiere que desde los entornos laborales se promueva la realización de las actividades laborales en los horarios de trabajo establecidos y que se integren actividades lúdicas o de contacto social a lo largo de la jornada. Diferentes estudios han mostrado que tener actividades de satisfacción personal antes y después del horario de trabajo contribuye a mejorar el estado de ánimo y prevenir que la depresión empeore.
5. Facilitar el acceso a profesionales de la psicología
La depresión es un problema de salud mental que requiere una atención especializada por profesionales de la psicología. La empresa puede facilitar vía el seguro de salud o como beneficio adicional o como acción de prevención de riesgos psicosociales la atención psicológica bien presencial o bien online. No obstante, es común observar el estigma que aún perdura al hablar de salud mental especialmente en el contexto laboral. Por tanto, hablar sobre salud mental en reuniones, tener actividades sobre estos temas y recomendar la terapia puede derribar estas barreras basadas en aquellos estigmas. De esta manera, se puede ayudar a que el miembro del equipo con depresión pueda tener más oportunidades para hablar al respecto, pueda buscar ayuda en servicios psicológicos y también contribuye a tener entornos laborales más saludables.
Para finalizar, se brindaron 5 recomendaciones sobre cómo actuar cuando un miembro del equipo tiene depresión. Es pertinente educarse sobre la depresión, tener una conversación abierta al respecto, de ser necesario hacer cambios en el entorno de trabajo, promover la desconexión laboral por fuera de la jornada de trabajo y fomentar, de inmediato, la búsqueda de ayuda profesional en servicios psicológicos.
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Referencias:
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