Cómo lidiar con el perfeccionismo y la autoexigencia como psicólogo
¿Sientes que pasas mucho tiempo pensando en todo lo que haces como psicólogo? ¿Te autocriticas por errores pequeños? ¿Tienes altos estándares en el trabajo que pueden ser difíciles de conseguir? Si te identificas con algunas de estas preguntas es posible que estés lidiando con el perfeccionismo y la autoexigencia.
El perfeccionismo y la autoexigencia, aunque en ocasiones pueden ser bien vistos en ciertos entornos laborales, también pueden limitar y afectar la vida de los profesionales de la psicología. De acuerdo con algunos estudios, estos aspectos se han relacionado con diferentes problemas como:
- Alta sensibilidad a las críticas
- Baja autoestima
- Depresión
- Ansiedad
- Inflexibilidad psicológica
- Dificultades para relacionarse con otras personas
- Sensación de desesperanza
- Altos niveles de procrastinación
- Pensamientos negativos repetitivos
Dadas las consecuencias negativas asociadas con cada uno de esos elementos es necesario saber cómo reconocer algunas características específicas del perfeccionismo y la autoexigencia en los psicólogos y de qué manera se podría lidiar con ellos.
Características del perfeccionismo y la autoexigencia
La evidencia científica se ha enfocado principalmente en investigar cómo tratar y manejar el perfeccionismo y la autoexigencia de las personas que asisten a servicios de psicología. Sin embargo, poco se ha estudiado sobre cómo estos elementos pueden estar afectando al profesional de la psicología y generar repercusiones en su ejercicio profesional. Algunas investigaciones han encontrado que el perfeccionismo, principalmente, está presente entre el 75% y el 87% de los profesionales de la psicología y algunas características pueden ser:
- Pensar en otras personas antes que en sí mismos
- Pasar largos periodos de tiempo preparando el trabajo, incluso si esto interfiere con su vida cotidiana
- Tener altos estándares, a veces poco realistas, sobre las personas que acuden a los servicios de psicología
- Necesidad de ser valorados de forma positiva
- Ser complacientes
- Tener pensamientos dicotómicos y poco flexibles
- Ser impacientes
- Presentar rumiación y pensamientos constantes sobre lo que se pudo haber hecho o lo que salió mal
- Tener dificultades para distanciarse, en su vida personal, de lós pacientes que acompañan en el proceso terapéutico
Asimismo, algunos estudios han encontrado que estas características asociadas con el perfeccionismo y la autoexigencia pueden generar que las personas que consultan servicios de psicología puedan desertar de los procesos de atención. En un estudio de Presley, Jones y Newton (2017), hallaron que los terapeutas más perfeccionistas y autoexigentes no eran bien percibidos por las personas a las que atendían.
En efecto, en el mismo estudio las personas que asistían por problemas de ansiedad percibieron a los profesionales de la psicología perfeccionistas y autoexigentes como poco pacientes y directivos. Esto permite reconocer que el perfeccionismo y la autoexigencia, no solo pueden tener efectos en los profesionales, sino también en las personas que acuden a consulta.
Recomendaciones para lidiar con el perfeccionismo y la autoexigencia como psicólogo
Vista su influencia en el bienestar del psicólogo y el efecto en la eficiencia de su trabajo, ofrecemos estas 4 recomendaciones para gestionar el perfeccionismo y la autoexigencia y evitar así que interfieran en nuestro trabajo como psicólogos:
1. Trabajar en mindfulness y autocompasión
Cuanto más nivel de perfeccionismo y autoexigencia se tenga menores niveles de mindfulness y autocompasión aparecerán. Estos dos últimos elementos son similares dado que implican habilidades para ser más consciente, tener más aceptación y disminuir los juicios o críticas que se puedan hacer ante situaciones difíciles. Lo anterior se puede relacionar con el perfeccionismo y la autoexigencia, dado que estos últimos generan altos niveles de autocrítica, es decir, pensamientos negativos repetitivos sobre uno mismo.
La autocrítica se puede ver de diferentes maneras, pero son comunes algunos pensamientos como “No soy suficiente”; “Soy lo peor”; “No soy bueno en mi trabajo” o “Siempre cometo errores”. Es normal creer que el perfeccionismo y la autoexigencia permiten conseguir metas u objetivos, sin embargo, algunos estudios muestran que disminuir los niveles de autocrítica e incrementar el mindfulness y la compasión pueden contribuir a conseguir las metas y objetivos de una forma más eficaz.
En otras palabras, no es necesario tener autocrítica para alcanzar ciertas mejoras que nos proponemos. Por tanto, practicar habilidades de mindfulness y compasión puede permitir que se disminuyan el perfeccionismo y la autoexigencia, al tiempo que se mejora la relación que se tiene con uno mismo. Esto ayudará no solo en la faceta personal, sino que puede mejorar las relaciones con los pacientes y potenciar el trabajo, dado que los profesionales más compasivos tienen mejores relaciones interpersonales y laborales.
Para practicar el mindfulness y la autocompasión, de acuerdo con la psicóloga Kristin Neff, una de las autoras más representativas sobre el tema, algunos ejercicios son:
- Ser consciente de los pensamientos autocríticos: notar en qué momento y por qué aparecen esos pensamientos.
- Revisar los hechos: ante una situación difícil es mejor revisar los hechos de lo que pasó y no dejarse llevar por interpretaciones de lo sucedido.
- Intentar mantener la atención: hacia un elemento particular (un objeto o una comida) con intención de estar en el momento presente.
- Disminuir los juicios de valor: intentar practicar ejercicios que permitan disminuir los juicios de valor hacia uno mismo y hacia otras personas, en especial si son personas que asisten a servicios de atención psicológica.
- Gratitud: agradecerse a sí mismos por las cosas que salieron bien y reconocer que aunque hay cosas por mejorar, hay que valorar el esfuerzo realizado.
- Desarrollar una voz compasiva: intenta tratarte de la misma forma que tratarías a tu mejor amigo o amiga e intenta alejarte de tu voz autocrítica.
2. Practicar la flexibilidad psicológica
Desde la terapia de aceptación y compromiso, el perfeccionismo y la autoexigencia se pueden entender como problemas de flexibilidad psicológica, lo que significa que existen dificultades para aceptar estados internos propios (pensamientos y emociones), principalmente. Los profesionales de la psicología con altos niveles de perfeccionismo y autoexigencia pueden estar relacionados, desde la Teoría de marcos relacionales, con problemas como:
- Control: deseo de tener todo bajo control, planear de forma exhaustiva y tener dificultades para tolerar lo que no salió como estaba planeado.
- Solución de problemas: deseo por querer solucionar los problemas propios y de las personas de forma rápida.
- Búsqueda de explicaciones: deseo por querer obtener explicaciones de muchas situaciones y personas.
Estos contextos son problemáticos porque existen múltiples cosas que no se pueden controlar, no se pueden solucionar y de las que no se tienen explicaciones al respecto. Se ha encontrado que las estrategias de terapia de aceptación y compromiso centradas en disminuir estos elementos problemáticos ayudan a reducir el perfeccionismo y la autoexigencia. Algunas de estas estrategias para practicar pueden ser:
- Reconocer que no todos los pensamientos, emociones, recuerdos y cualquier estado interno se pueden controlar todo el tiempo.
- Aceptar radicalmente que no todo lo que salga mal se puede controlar o se tiene que buscar una explicación al respecto.
- Dejar de luchar con los pensamientos como “Qué hubiera pasado si” y concentrarse en el momento presente.
- Identificar los valores personales de la profesión de ser psicólogo y desarrollar conductas flexibles al respecto.
- Al hacer esas conductas flexibles, permitirse cometer errores y tener en cuenta que la perfección y la autoexigencia pueden traer muchos más problemas que beneficios.
3. Establecer límites y tener objetivos saludables
Es importante reconocer que el perfeccionismo y la autoexigencia llevan a tener dificultades para priorizar actividades de satisfacción personal, al igual que les puede costar establecer límites consigo mismos sobre el trabajo de ser psicólogos, lo cual se puede manifestar en múltiples horas de trabajo sin mucho sentido. Para contrarrestar estos dos elementos, se pueden plantear algunas de las siguientes estrategias:
- Realizar ejercicios de pros y contras: hacer una lista con ventajas y desventajas que puede traer el perfeccionismo y la autoexigencia para la vida profesional como psicólogo y la vida personal.
- Establecer tiempos de trabajo y de descanso: intentar trabajar en los momentos específicos establecidos y también permitirse tener descansos entre ellos, junto con la realización de diferentes actividades placenteras durante el día.
- Plantear objetivos realistas en el trabajo: que estén basados en lo que se quiere y se desea y no en las expectativas de otros o en metas que no se pueden controlar o cumplir.
- Enfocarse en el proceso y no en el resultado: aunque el resultado también es importante, es mejor enfocarse en el proceso para encontrar satisfacción en cosas pequeñas.
4. Buscar ayuda profesional
Como se ha mencionado previamente, el perfeccionismo y la autoexigencia pueden generar dificultades personales e interpersonales en los profesionales de la psicología, por lo que se recomienda buscar ayuda profesional lo antes posible.
Por un lado, si se considera que el perfeccionismo y la autoexigencia se relacionan únicamente con la parte laboral, se recomienda consultar a un profesional para supervisión o asesoría. En algunos estudios se ha encontrado que la supervisión entre profesionales de la psicología puede ayudar a contrarrestar el perfeccionismo y la autoexigencia y mejorar la eficacia en el trabajo.
Por otro lado, si el perfeccionismo y la autoexigencia afectan a otras áreas de la vida personal, se recomienda buscar ayuda en terapia psicológica con el fin de manejar aquellos aspectos y disminuir la probabilidad de desarrollar problemas mayores a futuro.
En síntesis, una cosa es este perfeccionismo que nunca es suficiente y otra trabajar por la excelencia que nos lleva a hacerlo lo mejor posible cada día. Para los profesionales de la psicología que presentan altos niveles de perfeccionismo y autoexigencia es relevante reconocer cómo se manifiestan estos elementos e intentar desarrollar algunas de las cuatro recomendaciones mencionadas previamente: trabajar en mindfulness y autocompasión, practicar la flexibilidad psicológica, establecer límites y objetivos saludables y buscar ayuda profesional. De esta manera, se podrán prevenir dificultades mayores a largo plazo ocasionadas por el perfeccionismo y la autoexigencia.
Enriquece tu práctica sanitaria dedicándote a lo que mejor sabes hacer, nosotros nos encargamos del resto. Con Therapyside podrás ofrecer terapia online de forma fácil, segura y confidencial.
Referencias:
Egan, S. J., Wade, T. D., & Shafran, R. (2011). Perfectionism as a transdiagnostic process: A clinical review. Clinical psychology review, 31(2), 203-212.
Haarhoff, B. A. (2006). The Importance of Identifying and Understanding Therapist Schema in Cognitive Therapy Training and Supervision. New Zealand Journal of Psychology, 35(3), 126–131.
Presley, V. L., Jones, C. A., & Newton, E. K. (2017). Are perfectionist therapists perfect? The relationship between therapist perfectionism and client outcomes in cognitive behavioural therapy. Behavioural and Cognitive Psychotherapy, 45(3), 225-237.
Neff, K. D. (2011). Self‐compassion, self‐esteem, and well‐being. Social and personality psychology compass, 5(1), 1-12.
Arkowitz, S. W. (1990). Perfectionism in the supervisee. Psychoanalysis & Psychotherapy.