Personas dependientes emocionalmente. ¿Cómo son?
La dependencia emocional es un estado psicológico que hace su presencia en las relaciones que estableces. Aunque es más frecuente que ocurra durante una relación de pareja, las personas dependientes emocionalmente también pueden establecer este vínculo en otros niveles, con un familiar, una amistad, un compañero de trabajo o incluso un conocido.
Esta clase de relaciones se caracterizan por ser muy destructivas, especialmente para las personas dependientes. Cuando estás tan apegado a una persona es corriente que la antepongas por encima de cualquier otra cosa, incluido tú mismo, a pesar del constante sufrimiento que sientes.
Asimismo, esta clase de relaciones tóxicas pueden deberse a un patrón de conducta o a una tendencia de iniciar relaciones de este estilo. Sin embargo, también puede ser cuestión puntual, en la que después de cierto tiempo te das cuenta que has dejado de actuar y pensar por ti mismo y tu estabilidad emocional depende por completo de la otra persona.
Fases de la dependencia emocional
Para poder saber si la dependencia emocional se debe a un patrón o a un hecho puntual, una de las primeras características es la manera en la que entablas una relación. Las personas dependientes emocionalmente tienden a construir sus romances siguiendo unas pautas concretas que se repiten prácticamente en todas las circunstancias.
Fase de euforia
Esta primera fase es en la que conoces a alguien que te interesa, te atrae o te gusta. El deseo de tener pareja es tan intenso que experimentas una fuerte sensación de entusiasmo y te creas unas expectativas muy altas acerca de la posible relación.
Al mismo tiempo, estás construyendo una imagen idealizada y fantasiosa de esa persona, en función de lo que esperas que sea para que la combinación entre ambos sea perfecta. Para cuando la relación romántica empieza, sin realmente conocer a esa persona de verdad, te sientes plenamente satisfecho y con muchas esperanzas de futuro.
Fase de sumisión o subordinación
Con el objetivo de preservar esta relación de apariencia perfecta asumes los deseos y las necesidades de tu pareja y los pones por encima de los tuyos propios, con lo que se crea un desequilibrio en la relación difícilmente reparable.
Fase de deterioro
Debido a las diferencias tan extremas entre ambas partes, la inestabilidad de la pareja se acentúa gradual o rápidamente y tu sentimiento de inferioridad y baja autoestima se incrementan. Esta preocupación te crea la percepción de que, debido a tu poco valor, tu pareja te va a abandonar. Este miedo te lleva a mostrar aún más sumisión con el objetivo de retenerlo, lo que deteriora todavía más la relación.
Fase de ruptura
Si se produce la ruptura, entras en un estado de sufrimiento caracterizado por etapas de ansiedad o cuadros depresivos. Debido a que estos sentimientos son tan intensos y difíciles de gestionar, centras todos tus esfuerzos en retomar la relación, a pesar de que es destructiva y no te hace ningún bien.
Fase de reinicio
En este punto pueden darse hasta cuatro escenarios distintos. El primero es que tu caso sea absolutamente puntual, es decir, que nunca antes habías vivido una experiencia así y que tampoco has vuelto a vivirla después.
El segundo escenario es que, después de las súplicas y los incesantes ruegos, logres que tu pareja vuelva contigo, por lo que volverás a iniciar el ciclo partiendo de la fase de sumisión.
También puede darse el caso de que durante tu período de separación hayas conocido a otra persona con las mismas cualidades que tu anterior pareja e inicies una nueva relación de las mismas características.
Y el último escenario es que empieces lo que podríamos llamar como una fase de transición, en la que empiezas una relación con el único fin de paliar tu malestar. En este caso no muestras el habitual patrón de sumisión, sino que desarrollas una relación fría y sin importancia para ti hasta que encuentres a la próxima persona con la que empezar de nuevo el ciclo.
Características de las personas dependientes emocionales
Para saber qué es la dependencia emocional es necesario conocer las características o los síntomas principales que podrían definir a las personas dependientes emocionalmente. Se trata de una combinación de procesos psicológicos, los emocionales y los de conducta. A continuación te mostramos los más frecuentes.
#1.- Idealización de la pareja
Las personas dependientes tienen la capacidad de crear una imagen de su pareja completamente ensalzada y que se aleja de la realidad, ya que sobreestiman sus virtudes y no son capaces de hallar ningún defecto en ellos. Es fácil que puedas reconocer este sentimiento, ya que los sujetos supeditados entienden a sus parejas como si fueran excepcionales, perfectos y especiales.
#2.- Miedo a ser abandonados o rechazados
Cuando muestras esta actitud para idealizar a alguien, temes en todo momento que te pueda rechazar o abandonar. Solamente imaginártelo te crea altos niveles de ansiedad y angustia y pasas a imaginar todas las posibles formas en las que tu pareja podría negarte. Para evitar esto, optas por una estrategia de sumisión, ya que crees que si le das todo lo que necesita, jamás te apartará de su lado.
#3.- Miedo a la soledad
Una de las razones principales por las que las personas dependientes emocionales se aferran con todas sus fuerzas a una relación tóxica y dañina es precisamente por el pánico que les confiere la soledad.
#4.- Sentimiento de vacío
Las personas dependientes se sienten vacías y sin esperanza si no están en un contexto de pareja. Por esta razón, la pérdida del ser querido es un malestar constante en sus vidas. Por otra parte, se sienten responsables de los estados emocionales negativos de sus parejas, hasta el punto de cargar con el sentimiento de culpa y compartir las penurias del otro.
#5.- Necesidad de gustar
La necesidad de agradar es tan intensa que los sujetos dependientes se subordinan a los deseos y las necesidades del otro, y relegan los propios a un segundo plano. El dependiente considera que los requisitos de su pareja son lo único importante y que debe cubrirse. Es decir, que todos sus esfuerzos están dirigidos a satisfacer a su pareja aunque sea a costa del sacrificio de uno mismo.
#6.- Autoestima baja
Para las personas supeditadas, su propia autoestima se nutre de la calidad de relación que mantengan en cada momento. Es decir, si están solteros, su autoestima es especialmente mala; si acaban de empezar una relación su valía personal aumenta, pero se va deteriorando de nuevo a medida que su sumisión empieza.
#7.- Dificultad para tomar decisiones y falta de autonomía
Cuando una relación sujeta a la dependencia comienza, el sujeto dependiente se ve impedido de tomar decisiones, por lo que las toma su pareja. A medida que va avanzando la relación, el supeditado cada vez va haciendo más renuncias en pos de la felicidad común o de la satisfacción del otro.
Aquí puedes hacer un test de dependencia emocional para descubrir en qué punto te encuentras.
Características de la pareja
El perfil de la otra persona en la relación, por lo general, también comparte ciertos puntos:
Alta autoestima
Es muy común que puedas ver que las parejas de las personas dependientes no sufren de una baja autoestima, sino todo lo contrario. Habitualmente, tienen un concepto tan positivo de ellos mismos que se sienten con la imperiosa necesidad de creer que están por encima de los demás.
Rol dominante
Lo normal sería que al encontrarte con una persona con la autoestima baja y que es capaz de hacer cualquier cosa por ti con tal de conservarte, mantuvieras una cierta igualdad entre ambos para que esa persona no se sienta tan desvalida sin ti.
Sin embargo, estos sujetos adoptan con suma facilidad un rol dominante y lo ejercen con comportamientos hostiles y actitudes distantes. Aprovechan su supuesto estatus superior para desahogarse con las personas dependientes, ya que cuentan con que no les dejarán aunque lleguen al límite de la violencia verbal o física.
Trastorno narcisista
Es frecuente que las parejas de las personas supeditadas muestren síntomas narcisistas. Un ejemplo es la exageración patológica de su autoestima, lo que les puede llevar a infravalorar a los demás. Un sujeto narcisista necesita alimentarse de las emociones de su entorno para sentirse valorado y que su ego crezca. Suelen mostrar una actitud fría y muy poco afecto hacia sus parejas.
Carismáticos
Tienen un cierto encanto personal que es difícil de describir pero que lo puedes ver reflejado en la forma en la que hablan y se expresan.
Cabe decir, sin embargo, que no todas las personas tienen por qué manifestar estas características concretas. Puede darse el caso que estas expresiones se presenten a raíz, y exclusivamente, de estar vinculado con una persona dependiente emocionalmente, pero que en el resto de sus relaciones no susciten estas respuestas en ello.
Asimismo, también existen personas que comienzan una relación sentimental seria con un sujeto dependiente pero no muestran ninguna de las características previamente nombradas. En estos casos, la pareja del dependiente también puede experimentar una intensa presión o agobio en ciertas circunstancias repetitivas por parte del sujeto supeditado. Aquí puedes leer más sobre cómo superar la dependencia emocional.
En conclusión, tanto si se trata de una ocasión puntual o te encuentras que quieren superar la dependencia emocional, es importante que acudas a la ayuda de la psicología para que pueda ayudarte a recuperar tu autonomía y comprender cómo salir de una relación tóxica.
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