Terapia de Pareja
21/9/2019
7
min

Adoptar un perro o un gato en pareja: sí o no

Adoptar un perro, un gato o cualquier otro animal de compañía es una decisión importante que generará cambios en la vida de la persona o personas encargadas del animal.

Digamos que tu pareja y tú estáis mejor que nunca. Ante todo, sois buenos amigos y en vuestra relación reinan la comprensión, la admiración y el respeto. De allí que estéis pensando en dar un siguiente paso: aumentar vuestra familia.

Ya sea porque aún no os veis en el mejor momento para ser padres, porque habéis decidido ser una pareja sin hijos o porque ya tenéis descendencia y, justamente, los peques son un disparador de la idea de “¡Vamos a tener un perrito!”, últimamente no podéis dejar de plantearos vuestro día a día en compañía de una mascota.

Cómo elegir el mejor momento para adoptar

Pero, ¿cómo saber si adoptar un perro o cualquier otro animal es realmente un buen movimiento en pos de la armonía en el hogar? Te lo contamos.

Vuestra situación os lo permite

Adoptar un perro o un gato o cualquier mascota implica una serie de gastos fijos y la necesidad de contar con un fondo para asumir posibles contratiempos. Al final, de lo que estamos hablando es de un ser vivo que puede enfermar o sufrir algún accidente.

Cuando dispones del tiempo y los recursos necesarios para cuidar bien de una mascota, dar el paso de adoptar un perro u otro animal puede ser la mejor de las decisiones. No solo estarás dando un nuevo hogar a alguien que lo necesita, sino que recibirás por su parte una compañía y un cariño inestimables.

En la pareja, tener un perro o cualquier otra mascota os llenará de nuevas energías: gracias a la presencia de este animal en casa, tendréis nuevas rutinas, temas de conversación y anécdotas que compartir para reforzar vuestro vínculo.

Sabéis repartiros responsabilidades

Incluir a un perro o a un gato en la pareja puede aportar nuevos beneficios, pero también supone realizar algunos cambios y asumir una serie de compromisos importantes.

Cuando se adopta a un animal hay que tener muy claro que, en algunos casos, puede llegar a vivir hasta veinte años. Por lo tanto, hay que aceptar la responsabilidad de cuidarle durante toda su vida: deshacerse de él no es una opción.

Además, cada tipo de animal tiene necesidades específicas. Adoptar a un perro incluye hacerse responsable de sacarle a pasear al menos tres veces al día, mientras que tener un gato, implica ocuparse de cambiar regularmente su caja de arena. En el caso de animales de compañía menos comunes o exóticos, hay una serie de trámites legales y una especificidad de cuidados que ameritan tiempo, dinero y esfuerzo.

En todos los casos, es necesario disponer de tiempo suficiente para dedicarles, no sólo cubriendo sus necesidades básicas, sino también jugando con ellos, estimulando su inteligencia y creando un vínculo de respeto y confianza hacia sus humanos que supone un gran apoyo emocional.

En este sentido, conviene dejar claras las responsabilidades que asumirá cada miembro de la pareja y, sobre todo, elegir el tipo de animal que pueda adaptarse mejor a vuestro estilo de vida.

Sois capaces de prevenir

Pensar en la posibilidad de que la relación se rompa no es agradable, pero si se adopta a un animal en pareja, es necesario acordar lo que ocurriría en caso de que esto suceda: la custodia compartida de mascotas tras una separación es algo cada vez más frecuente.

En este caso, conviene determinar con quién viviría la mascota tras la ruptura y si seguiríais compartiendo alguna responsabilidad aunque no estéis juntos.

Adoptar un perro u otra mascota por los motivos correctos

¿Por qué quieres adoptar una mascota? Quizá ya tuviste alguna en el pasado y conoces tanto la responsabilidad que conlleva como los beneficios que aporta. En este caso, te costará menos tomar la decisión.

Los beneficios de convivir con una mascota son importantes: diversos estudios aseguran que mejora el estado de ánimo, fomenta la responsabilidad y, en el caso de los perros, incluso contribuyen a mejorar la forma física con los paseos.

Además, adoptar a un animal convierte a la pareja en una familia, mejora la forma de organizarse y puede fortalecer el vínculo y aumentar el sentimiento de felicidad.

Es muy importante que la decisión de adoptar una mascota sea conjunta: para mantener tu relación de pareja en buen estado, es muy importante que no intentes imponer nada a tu compañero.

Una mascota no es un hijo

Aunque muchas personas tratan a los animales como miembros de la familia, y así debe ser, es importante que comprendas que un perro, un gato o cualquier otra mascota, no puede llevar el peso de reemplazar, por ejemplo, a un hijo.

Sin embargo, en ciertas ocasiones, una pareja decide adoptar a un perro o a un gato como “experimento” antes de dar el paso de ser padres. Lo que tristemente sucede en algunos de estos casos es que, cuando finalmente la pareja tiene un hijo, deciden regalar al animal.

Para que tu animal sea feliz, has de concebir un lugar especial para él dentro de la unidad familiar: considerar sus necesidades en lugar de hacerle suplir las tuyas, es clave para que todo vaya bien en el hogar. Un perro necesita cosas de perro y un gato cosas de gato y así cualquier mascota. Adopta solo cuando puedas entender esto y darle su lugar durante toda su vida.

Una mascota no es un árbitro

Los animales de compañía son especialistas en robar sonrisas y en crear momentos muy divertidos: merece la pena enriquecer la rutina diaria con estos geniales compañeros.

No obstante, las mascotas no son útiles que puedas emplear para reparar una relación menoscabada. Si has llegado a este artículo pensando en adoptar una mascota para salvar tu relación, quizás antes que un animal, lo que realmente necesitas es la ayuda de un psicólogo especialista en terapia de pareja.

Y es que, al igual que tener hijos, tener mascotas no funcionará para tapar problemas y alargar relaciones que no están bien. Sumar a alguien indefenso a la familia, sea de la especie que sea, sólo debe hacerse cuando la pareja se encuentra estable y puede garantizarle una buena vida a ese ser que vendrá a vivir con vosotros.

No adoptes si piensas que con el perro o con el gato o con el animal que sea en casa vais a discutir menos o a retomar la sensación de enamoramiento lleno de euforia de vuestra primera etapa.

Una mascota no es un árbitro que vendrá a pacificar un hogar revuelto. Por lo contrario, su periodo de adaptación puede ser más o menos conflictivo y solo una pareja en armonía será capaz de ofrecerle la confianza, protección, cariño y comprensión que el animal necesita y merece.

Una mascota no es un capricho

Evita por todos los medios pedir o regalar un animal por capricho sin antes tener la certeza de que podrás hacerte cargo de lo que surja: a veces crecen más de lo previsto, a veces son enfermizos, algunos desarrollan problemas de comportamiento… nada de esto es excusa para dejarlos una vez que los tienes.

Si no tienes claro que te ocuparás de tu mascota pase lo que pase, es preferible que optes por otras alternativas, como la acogida temporal.

En estos casos, estaréis ayudando a corto plazo a un animal en apuros mientras desde la protectora de animales le encuentran un hogar definitivo.

De este modo, vivirás la experiencia de cuidar a un perro o gato pero asumiendo una responsabilidad supervisada y temporal.

Al final, si te encariñas y te ves capaz, podrás hablar con la protectora para optar a la adopción definitiva, una vez que ya has comprobado que puedes convivir con esa mascota.

Antes de adoptar, hazte estas preguntas

  • ¿Por qué quiero adoptar un perro o gato o cualquier mascota? Si no tuviera pareja, ¿querría igualmente adoptar?
  • ¿Tenemos ambos las mismas ganas?
  • ¿Cuál es el reparto de responsabilidades?
  • ¿Cuál es el tipo de animal que mejor se adapta a nuestro estilo de vida y al que podremos cuidar mejor?
  • ¿Qué ocurrirá con el animal en caso de que la relación se rompa?

Además, considera que...

  • Una mascota requiere tiempo, dinero y el compromiso firme de cuidarle durante toda su vida.
  • Si adoptas un perro, necesitará salir a pasear al menos tres veces al día.
  • Cuando se tienen perros o gatos, hay que tenerlos en cuenta a la hora de planificar los viajes.
  • Conviene tener claro cómo incluiremos al animal en nuestros planes, o si contamos con alguien de total confianza que pueda ocuparse de él en determinadas circunstancias.

Aunque el compromiso sea elevado, vivir con mascotas puede recompensar con creces cualquier sacrificio o responsabilidad que requiera, dado que la gran mayoría de quienes lo hacen, aseguran que son más felices con ellos y que su compañía y su cariño son impagables.

En Therapyside encontrarás profesionales que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.

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