Autoestima
25/4/2025
4
min

Comentarios sobre el cuerpo: lo que deberíamos dejar de decir

"¡Qué delgada estás!", "Te veo mucho mejor así", "¿Has engordado un poco?". Comentarios aparentemente inofensivos, muchos de ellos lanzados incluso con buenas intenciones, pero que pueden dejar huella en la cabeza de la otra persona. 

Vivimos en una sociedad en la que opinar sobre el cuerpo ajeno está normalizado. Lo hacemos sin pensar, lo recibimos con una sonrisa incómoda y, muchas veces, cargamos con sus efectos en silencio.

Pero, ¿por qué hablamos del cuerpo de los demás? ¿Y qué consecuencias tiene esto para nuestra salud mental? Sigue leyendo para descubrir cómo influyen estos comentarios en la autoestima, qué consecuencias pueden tener, y cómo podemos construir una forma más sana, empática y respetuosa de relacionarnos con los cuerpos, propios y ajenos.

¿Por qué tenemos por costumbre comentar sobre los cuerpos?

Desde pequeños aprendemos que el físico importa. Los halagos se centran en lo guapo, delgado o fuerte que pareces. En el colegio, en las reuniones familiares o incluso en redes sociales, el cuerpo se convierte en carta de presentación, tema de conversación y motivo de juicio.

Las razones más comunes por las que comentamos el cuerpo de los demás son:

  • Por hábito social: está tan normalizado que ni siquiera lo cuestionamos.
  • Por buscar conexión: muchas veces es una forma rápida (y errónea) de establecer cercanía.
  • Por inseguridades propias: proyectamos nuestros miedos y estándares en los demás.
  • Por desconocimiento: no siempre somos conscientes del impacto emocional que puede generar.
  • Por un intento de dominar al otro.

¿Y si lo hago con buena intención?

Un comentario sobre el cuerpo de otra persona, no siempre es una conducta amable. De hecho es un juicio que tú haces sobre cómo ves a esa persona que implica estereotipos sociales. Los juicios aunque sean positivos no se suelen entender bien ya que nos vemos sometidos a la opinión y crítica de otros. Lejos de ser un comportamiento amable cuando no es positivo y no conoces a la persona, puede no tener un efecto positivo. Las intenciones positivas no eliminan el impacto emocional que puede tener recibir un juicio sobre tu físico, especialmente si esa persona está en un momento sensible. Por ejemplo:

  • “¡Qué delgada estás!” podría reforzar un trastorno de la conducta alimentaria.
  • “Te veo mejor cara” podría generar incomodidad o inseguridad si la persona está luchando con una enfermedad.
  • “Tienes un cuerpo envidiable” puede presionar a mantener una imagen que no siempre es real ni saludable.

Es importante recordar que el cuerpo de otra persona no necesita tu opinión, aunque creas que estás siendo amable.

¿Cuánto daño pueden hacer estos comentarios a nivel psicológico?

Aunque pueda parecer exagerado, hablar constantemente del físico puede generar o reforzar malestar psicológico real. Algunos de los efectos más comunes son:

1. Baja autoestima

Cuando los halagos giran en torno al cuerpo, la autoestima se empieza a vincular exclusivamente con la apariencia. El mensaje es claro: si no encajo en el ideal físico, valgo menos.

2. Relación conflictiva con la comida o el ejercicio

Los comentarios sobre el peso pueden generar obsesión, culpa y una relación poco sana con la alimentación y el deporte.

3. Ansiedad social

Quien sufre por los juicios sobre su apariencia puede desarrollar miedo a ser visto, ansiedad en eventos sociales o incomodidad al mostrarse en redes.

4. Aumento de la autoexigencia

"Si me han dicho que estoy bien así, debo mantenerme así". Esta presión silenciosa puede llevar a conductas extremas o poco sostenibles.

Comentarios y autoestima: ¿cómo se relacionan?

La autoestima es la valoración que hacemos de nuestro valor como personas. Si esa valoración depende exclusivamente del físico, se vuelve frágil. Además, cuando recibimos muchos comentarios sobre nuestro cuerpo, empezamos a mirarnos desde fuera, como si nuestra imagen fuera más importante que nuestras emociones, logros o personalidad.

Esto es especialmente delicado en etapas sensibles como la adolescencia, el postparto o el envejecimiento, donde el cuerpo cambia y puede convertirse en un foco de inseguridad.

¿Cómo hacer que no me afecten los comentarios?

No siempre podemos controlar lo que dicen los demás, pero sí podemos trabajar en cómo nos afectan. Algunas claves:

  • Revisa tu sistema de creencias: ¿de dónde vienen tus ideas sobre el cuerpo ideal?
  • Rodéate de personas que no hablen del físico como única virtud.
  • Pon límites con amabilidad: “prefiero que no hablemos de esto”.
  • Trabaja tu diálogo interno: si alguien dice algo que te incomoda, escúchalo, pero no lo conviertas en una verdad, no deja de ser su punto de vista.
  • Busca ayuda psicológica si sientes , que esto te genera un malestar sostenido que no puedes manejar y afecta tu día a día.

Aprende a dejar de hacerlo también

Cambiar un hábito tan integrado no es fácil, pero sí posible. Aquí van algunas ideas:

  • No hagas comentarios sobre el peso, la forma o el aspecto físico de otros.
  • Encuentra otras formas de elogiar: habla de cómo te impacta a ti: “me transmites calma”, “Me encanta estar contigo”.
  • Cuida cómo hablas de tu propio cuerpo delante de otros.
  • Corrige con empatía cuando otros comenten el cuerpo ajeno: “Podemos hablar de otra cosa, ¿no?”.
  • Sé consciente del lenguaje que usas incluso con personas cercanas.

Consejos para ser más consciente

  • Antes de hablar, pregúntate si lo que vas a decir aporta algo útil o necesario o puede hacer daño.
  • Recuerda que no sabes la historia completa de la otra persona.
  • Piensa si ese comentario te gustaría recibirlo a ti en un momento delicado.
  • Apuesta por la empatía y el silencio como formas de respeto.

Mitos sobre comentar físicos que podemos desmontar

“Si lo digo con cariño, no hace daño”

La intención no compensa el impacto. El cariño no se demuestra con juicios. 

“Es una forma de decir que me importa”

Hay muchas otras formas de mostrar interés por alguien: escuchar, preguntar cómo se siente, celebrar sus logros.

“Si no digo nada, quedo mal”

No decir nada del cuerpo no es desinterés, es respeto. Puedes encontrar mil formas de conectar sin caer en lo físico.

¿Se puede trabajar todo esto en psicoterapia?

Sí. Muchas personas arrastran conflictos y traumas causadas por comentarios sobre su cuerpo, desde la infancia hasta la edad adulta. La psicoterapia especializada puede ayudarte a:

  • Desarrollar una autoestima sólida.
  • Comprender y darle otro significado a tu historia corporal.
  • Aprender a poner límites sin culpa.
  • Fortalecer tu diálogo interno.
  • Soltar la necesidad de encajar en ideales ajenos.

Los comentarios sobre el cuerpo no son involuntarios. Pueden herir, condicionar, generar inseguridades o alimentar trastornos. Por eso, es hora de replantearnos cómo nos relacionamos con la imagen física, con los cuerpos y con lo que comunicamos sin darnos cuenta.

Dejar de opinar sobre el físico no es censura, es empatía. Y elegir otras formas de conexión no solo cuida a los demás, también te libera a ti de una presión que no necesitas cargar.

Y si eres tú el que lo recibe, siempre puedes pensar que es un juicio del otro, pero no lo hagas tuyo.

Recuerda: cada cuerpo tiene una historia. Y tú puedes elegir cómo valorar lo que te importa.

Puedes contar con un psicólogo online en Therapyside para seguir profundizando en tus emociones, priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico. Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor este tema, ¡esperamos que te sientas más empoderado para vivir una vida sin limitaciones!

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