Aplicar la inteligencia emocional en el trabajo te ayudará a tener equipos motivados
¿Qué es lo que hace que un buen profesional se convierta en un gran líder? ¿Se puede aprender a ser un buen líder? ¿Cuáles son las características que definen un equipo emocionalmente inteligente?
La inteligencia emocional se ha revelado como una cualidad fundamental no solo para nuestro día a día sino para nuestro desarrollo profesional ampliando nuestra capacidad de adaptación y búsqueda de oportunidades. Tanto es así que tal y cómo demostró Goleman en el año 2005, el éxito de una persona puede llegar a depender un 80% de su inteligencia emocional y sólo un 20% se le atribuye al cociente intelectual Como parte de un equipo de trabajo estamos expuestos a infinidad de situaciones que provocan en nosotros una amplia gama de emociones relacionadas con el estrés, la satisfacción o la cultura de la empresa. Ya sabemos que hay situaciones que nos ponen al límite y pueden provocarnos más de un disgusto. Si esto no fuera suficiente, el estado emocional de los equipos puede ser contagioso tanto para bien como para mal.
Ya desde 1995 cuando Daniel Goleman salió a la palestra como uno de los psicólogos más influyentes de nuestra época, la inteligencia emocional se coló en las grandes empresas ayudando a tomar conciencia de la importancia de las relaciones, nuestra actitud frente a los desafíos y la resolución de problemas.
Para desarrollar una inteligencia emocional óptima necesitamos poner atención en varios aspectos como:
- La curiosidad.
- La empatía.
- El autoconocimiento.
- La motivación.
- La autorregulación
- La humildad.
- El pensamiento crítico.
Si así lo hacemos, mejoraremos nuestras habilidades como líderes; una ventaja respecto a la competencia para sacar el mayor partido a nuestros equipos y poner en valor nuestra marca.
En los grupos de trabajo la inteligencia emocional tiene un gran impacto ya que su desempeño, motivación y sentido de pertenencia dependen de esta última fortaleciendo los canales de comunicación efectiva, así como la resolución de conflictos.
Curiosidad
La curiosidad es una de los rasgos que mejor definen a una persona emocionalmente inteligente y nos predispone a explorar y asimilar lo nuevo. Permite dar el máximo en cada nueva aventura y transformar las dificultades en desafíos. Está relacionada directamente con una mente abierta y con una alta tolerancia a la frustración tan bien valorada en el ámbito empresarial.
Empatía
La empatía procura acercarnos a la posición del que tenemos enfrente, permite que ampliemos nuestra visión de la realidad y puede mejorar mucho la dinámica de los equipos de trabajo. Ser capaces de comprender las necesidades e intereses del otro mejorará la colaboración y el clima permitiéndonos confiar más los unos en los otros y mejorará el sentido del equipo.
Empatizar es ponerse en el lugar del otro, ofreciéndole nuestra comprensión, pero sin perder nuestro lugar. No es contagiarse de la emoción del otro, no es hacer mío las ideas del otro. La empatía sin juzgar ni imponer fomenta que el equipo se sienta valorado y por lo tanto se abra a nuestras ideas y podamos dirigir de manera más eficaz y sana dando importancia a una cultura empresarial enfocada en las personas y en su bienestar.
Se nos olvida empatizar cuando:
- Juzgamos o subestimamos el punto de vista del otro.
- Somos insensibles a los sentimientos ajenos.
- Imponemos lo que “tiene que hacer”,
- Presionamos hacia el cambio.
- Manipulamos: “chantaje emocional”.
Autoconocimiento
Cuando hablamos de autoconocimiento nos referimos a la capacidad del ser humano de reconocer y dirigir las emociones tanto propias como ajenas y cómo estas influyen en nuestras decisiones. Se trata de tomar distancia para poder ser lo más objetivos posible respecto a nuestra propia vivencia y como lo ven los demás a través del feedback en comunicaciones bidireccionales, por ejemplo,
Dejar un tiempo a la semana para “mirarnos el ombligo” nos puede ayudar a conocernos mejor y sacar el máximo partido a nuestras capacidades. Así mismo nos permite ser humildes para reconocer nuestras flaquezas y de esta forma apoyarnos en el resto del equipo para sacar adelante los objetivos comunes y seguir desarrollándose profesionalmente.
Motivación
Sabemos que nuestras emociones están íntimamente ligadas a nuestras motivaciones. Si son positivas, aumentan nuestras ganas de realizar nuestra labor y sacar los mejores resultados posibles.
Es importante saber diferenciar entre automotivación y tener la capacidad de motivar a los demás. Es fundamental tener claro a dónde queremos llegar y cómo, ya que de esta motivación dependerá nuestra toma de decisiones, así como nuestra capacidad de resolver los problemas entre todos.
Autorregulación
Cuando hablamos de autocontrol nos referimos a ser capaces de regular nuestra activación, así como dirigir nuestras acciones en concordancia con nuestros intereses.
Implica un acto de responsabilidad de nuestro comportamiento y un enfoque positivo a la hora de afrontar desafíos o dificultades tanto propias como del resto del equipo.
Humildad
La humildad resulta indispensable como habilidad para crear un ambiente constructivo y respetuoso donde cada persona saca lo mejor de sí mismo pero también sabe dar valor y reconoce las habilidades del equipo . y ¿Cómo podemos trabajar esta habilidad?, fomentando una cultura de empresa en la que se ponga atención en la ayuda mutua y en acciones colaborativas con cada uno de los miembros del equipo para que las personas no pierdan el sentimiento de pertenencia, se sientan entendidas y valoradas y se facilite así el poder llegar a los objetivos propuestos.
Pensamiento crítico
Para aplicar la inteligencia emocional, se necesita reflexionar, poniendo atención en la información que tenemos para ajustar nuestras decisiones a las posibilidades reales y realizables que se nos presentan. Es fundamental que tengamos claro los “porqués” y “paraqués” de nuestra labor.
¡Veamos algunas claves para sacarle partido a nuestra inteligencia emocional y consolidar un equipo motivado!
- Fomentar una comunicación bidireccional y una actitud proactiva:
Frente a las dificultades, la comunicación bidireccional aumenta el compromiso del equipo: En la medida en que generemos espacios de confianza y compromiso podremos sacar el máximo potencial de cada miembro del equipo.
- Hacer uso de metodologías como el feedback y feedforward:
El feedback es una herramienta de la inteligencia emocional que consiste en proporcionar información sobre el contenido del mensaje que nos acaba de transmitir tanto en el plano emocional como laboral. De esta manera se puede ampliar la perspectiva con más información de calidad aumentando la posibilidad de mejora y reduciendo posibles malentendidos. El feedforward por su parte es una retroalimentación enfocada en el futuro y no tanto en los errores previos. La escucha activa, parte imprescindible de un buen feedback, permite entender mejor las propuestas y ayuda a focalizarse en lo que de verdad importa en ese momento.
- Aprender a resolver conflictos de manera asertiva:
En el día a día pueden surgir conflictos y reacciones emocionales menos agradables y es algo normal que no tiene por qué ser perjudicial para el equipo. Aprende a ver aquello que está detrás de cada una de ellas para poder gestionarlo de manera asertiva.
- Ampliar tu punto de vista:
Tener puntos de vista diferentes, poner en valor el pensamiento diverso y dar más solidez a los pilares de la relación laboral.
- Reforzar tu coherencia:
Cuanto más coherentes sean tus acciones y la consistencia entre lo que sientes y lo que haces mayor será el respeto que obtengas respecto a los valores y principios de la empresa. Ser un faro consolida dinámicas y métodos de trabajo eficaces y persistentes en el tiempo. Así mismo, al igual que las emociones se contagian, la coherencia también. Partimos de lo que somos y lo reflejamos en lo que hacemos.
Ahora ya conoces las claves para sacar partido y entrenar tu inteligencia emocional. Recuerda que una buena identificación y gestión de las emociones, te va a ayudar a empatizar con el equipo, fortalecer las relaciones laborales y hacer más fácil el camino hacia los objetivos propuestos.
Si quieres seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, desde Therapyside te podemos ayudar a conseguirlo.
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