Autoestima
4/7/2024
4
min

Sentimiento de culpa: qué es y cómo gestionarlo

¿Te has sentido alguna vez angustiado por el sentimiento de culpa? La mayoría de nosotros hemos experimentado este sentimiento en algún momento de nuestras vidas. La culpa puede convertirse en una importante carga emocional que afecta nuestro bienestar diario. 

A lo largo de este artículo, veremos qué es sentir culpa desde una perspectiva psicológica, cómo aprender a gestionarlo y, finalmente, cómo dejar de sentirse culpable. Sigue leyendo y descubre herramientas básicas para afrontar esta emoción compleja.

¿Qué es el sentimiento de culpa?

La culpa es un sentimiento que surge cuando creemos que hemos hecho algo incorrecto o no hemos cumplido con nuestras propias expectativas, o las de otros y creemos que se pueden enterar de lo que hemos hecho. Es un sentimiento aprendido y el peso de la cultura es muy importante en que nos sintamos culpables o no lo entendamos así.

Es un fenómeno del ámbito emocional y como sentimiento tiene un alto componente cognitivo, es decir, está asociado a una forma de pensar que nos dice que hemos hecho algo mal, que somos culpables, que nos van a pillar y que nos van a rechazar por lo que hemos hecho.

La culpa también tiene un valor social importante. Este sentimiento actúa como un mecanismo de regulación social, fomentando comportamientos que benefician a la comunidad y reprimiendo aquellos que podrían causar daño. Cuando las personas sienten culpa por sus acciones, es más probable que eviten comportamientos que infrinjan normas y valores sociales, ayudando a mantener la cohesión y el orden dentro de la sociedad. 

En definitiva, la culpa es un sentimiento que hemos aprendido a sentir cuando infringimos determinados límites o no actuamos de acuerdo a como se espera de nosotros. Además, el peso de la cultura juega un papel imprescindible para que nos sintamos culpables o ni siquiera lo entendamos así. Hay culturas donde la culpa forma parte de la vida normal y otras donde ni siquiera se considera.

Tipos de culpa

Hagamos dos distinciones hablando de cómo nos sentimos con la culpa:

Ser culpable 

Surge cuando hemos cometido un error real y tangible. Por ejemplo, hacerle daño a un amigo y luego arrepentirse. Soy culpable ante algo que he hecho y que vulnera nuestro esquema de creencias de lo que está bien y lo que está mal. Identificarnos con ser culpable requiere del perdón del ofendido o de alguien con autoridad para hacerlo. Ser culpable, te hace quedarte en el problema, pero no supone una oportunidad de mejora por ser culpable.

En algunos contextos, cuando hay problemas lo habitual es buscar culpables y cargar sobre estas personas las consecuencias negativas de lo que haya salido mal. Sin embargo, cada vez es más frecuente oír, “no busquemos culpables sino busquemos soluciones” en entornos donde prima la asertividad. Un enfoque en soluciones y cómo actuar mejor la próxima vez sí que nos ayuda a sentirnos bien y a ser cada vez más eficientes.

Sentirse culpable

A veces hemos interiorizado las normas sociales de forma tan intensa e inconsciente que domina nuestro pensamiento y tendemos a sentirnos culpables no solo por hacer algo mal sino por pensar en ello. Por ejemplo, pienso en decirle a mi madre que no voy a ir a la comida familiar y en mi cuerpo siento una profunda conmoción desde el estómago que termina en la cabeza.

Y empiezo a darle vueltas a pensamientos del tipo “no puedes hacer eso”, “eres una mala persona”, “qué va a decir tu madre”, …ocurre cuando creemos que hemos hecho algo mal, aunque no sea así. Un ejemplo es sentir culpa por no poder asistir a un evento aunque nuestra presencia no sea necesaria.

También podemos hablar de:

  • Culpa existencial: está relacionada con la sensación de no haber cumplido con nuestras expectativas más profundas o con el sentido del propósito en la vida que se supone teníamos que tener.
  • Culpa social: surge de las expectativas y normas sociales. Por ejemplo, sentir culpa por no seguir las expectativas familiares o culturales.

Causas del sentimiento de culpa

El sentimiento de culpa se origina de la combinación de nuestro aprendizaje, nuestros recursos psicológicos y las normas sociales. Aprendemos a sentirnos culpables en un contexto familiar y cultural. A continuación, te explicamos algunas de las causas más comunes:

  • Expectativas culturales y familiares: las normas y expectativas establecidas por la cultura y la familia sobre cómo debemos comportarnos pueden generar culpa cuando sentimos que no cumplimos con ellas y no somos capaces de cuestionarlas.
  • Educación y crianza: desde muy pequeños, aprendemos qué comportamientos son considerados correctos o incorrectos, y este aprendizaje puede influir en nuestros sentimientos de culpa. Trataremos de evitar la culpa y para ello, tenderemos a actuar como se espera que lo hagamos.
  • Errores y decisiones personales: cometer errores o tomar decisiones que afectan negativamente a otros puede ser un origen significativo de culpa cuando hemos aprendido a responder con este sentimiento.
  • Autoexigencia: las personas que tienden a evaluarse a sí mismas de manera crítica y exigente son más propensas a sentir culpa, incluso por cuestiones mínimas.
  • Ansiedad y baja autoestima: la ansiedad y la baja autoestima pueden incrementar las percepciones de haber fallado o de no ser lo suficientemente buenos.
  • Responsabilidad excesiva: asumir demasiada responsabilidad por situaciones que están fuera de nuestro control puede llevar a sentimientos de culpa.
  • Experiencias traumáticas: las experiencias traumáticas pueden dejar una sensación persistente de culpabilidad, especialmente si la persona se siente responsable de lo ocurrido. Esto suele pasar con personas que han sufrido violencia o abuso y sienten que son culpables precisamente por ello.

Cómo saber si la culpa que estoy sintiendo me impide ser yo mismo

La culpa surge cuando hemos cometido un error tangible o hemos hecho algo que contraviene nuestros valores y estándares morales y la vivimos como algo vergonzoso o punible. Generalmente está acompañada de un impacto observable en nosotros mismos o en los demás. 

La culpa puede ser:

  • Adaptativa socialmente: nos permite adaptarnos al grupo.
  • Desadaptativa: nos lleva a un ciclo de autocrítica y auto-reproche que no contribuye a la resolución del problema en sí, sino a sentirnos cada vez más incapaces.

¿Cómo es el proceso de ser culpable o sentirse culpable?

Ser culpable 

  • Acción específica: surge de una acción concreta que has realizado y que ha tenido un impacto negativo.
  • Consecuencias reales: hay efectos supuestos o tangibles en ti mismo o en otras personas como resultado de tu acción.
  • Responsabilidad directa: te sientes responsable de la situación porque tus acciones han contribuido directamente al problema.
  • Normas morales: la acción que causó la culpa va en contra de tus valores o estándares morales.
  • Oportunidad de rectificación: hay una posibilidad de corregir el error, pedir disculpas o rectificar las cosas.
  • Validación externa: otras personas pueden reconocer y validar tu culpa, señalando que tus acciones han tenido un impacto negativo.

Sentirse culpable

  • Percepción personal: surge de una percepción interna de haber hecho algo mal.
  • Consecuencias subjetivas: los efectos negativos son más subjetivos y pueden no ser visibles o reconocidos por otros.
  • Responsabilidad indirecta o excesiva: asumes responsabilidad por situaciones que están fuera de tu control o donde tu influencia es mínima.
  • Expectativas personales poco flexibles: la culpa proviene de no cumplir con expectativas o estándares personales extremadamente altos o poco realistas.
  • Dificultad para rectificar: es difícil o imposible corregir la situación porque la culpa no se basa en una acción concreta.
  • Falta de validación externa: otras personas no pueden reconocer tu culpa porque no ven un error tangible en tus acciones.

Síntomas de sentirse culpable permanentemente

El sentimiento de culpa puede manifestarse de diversas maneras, afectando tanto nuestro estado psicológico como físico. A continuación, te detallamos una lista de síntomas comunes asociados con la culpa:

  • Preocupación constante: pensamientos recurrentes sobre el error cometido o la situación que causó esta culpa.
  • Autoevaluación crítica: una tendencia a juzgarse duramente a uno mismo, a menudo con autocríticas constantes.
  • Ansiedad y estrés: sensación persistente de ansiedad o estrés relacionados con lo que te ha hecho sentir culpable.
  • Problemas para dormir: dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido debido a pensamientos intrusivos en bucle.
  • Fatiga: sensación de cansancio extremo que no se alivia con el descanso.
  • Irritabilidad: mayor tendencia a enfadarse rápidamente.
  • Aislamiento social: esquivar actividades sociales y retirada de amigos y familiares.
  • Somatización: dolores de cabeza, malestar estomacal u otros síntomas físicos sin una causa médica clara.
  • Baja autoestima: sentimientos de inutilidad y falta de valía personal.
  • Problemas de concentración: dificultad para enfocarse en tareas debido a pensamientos intrusivos.
  • Comportamientos compensatorios: intentos excesivos de compensar el error cometido a través de actos de sacrificio personal.

3 consejos para dejar de sentir culpa

Dejar de sentirse culpable no significa ignorar nuestros errores, sino aprender a gestionarlos de manera saludable. Tienes que tener presente que tú no eres tus pensamientos sino el que piensa. Así que aunque pienses que eres culpable, en realidad eres el que piensa que eres culpable. Hay diferencia, ¿verdad? Aquí te dejamos algunos consejos para liberarte del peso de la culpa:

1. Cambia la perspectiva

  • Convierte la culpa en una oportunidad: utiliza la culpa como una oportunidad para aprender y crecer, en lugar de como una carga. Cuando te sientas culpable o te des cuenta que a ti mismo te estás diciendo que eres culpable, piensa, he hecho las cosas lo mejor que he sido capaz en ese momento. 
  • Busca soluciones: reconoce que los errores son resultados no deseados, no faltas irresolubles y en vez de centrarte en lo que has hecho mal, en el problema, piensa en cómo podrías hacerlo bien en una nueva oportunidad, así aprenderás y podrás mejorar tu comportamiento en el futuro.

2. Establece metas realistas

  • Define expectativas claras: establece metas alcanzables y expectativas realistas para ti mismo.
  • Perdónate a ti mismo:  Un ejercicio de la Psicología Positiva que te puede ayudar es escribirte una carta perdonándose por tus errores anteriores y asumiendo ahora de forma responsable tu iniciativa para actuar de otra forma siendo la persona que eres ahora.

3. Busca atención psicológica

  • Terapia individual: un psicólogo puede ayudarte a explorar las causas de tu culpa y desarrollar estrategias efectivas para gestionarla. No dudes en apoyarte en sus servicios para aprender a pensar de una forma más saludable y eficiente.

Conclusión

El sentimiento de culpa es un sentimiento complejo que puede tener serios efectos negativos en nuestra vida. Aprender a gestionar la culpa de manera efectiva es imprescindible para mantener un equilibrio emocional y una buena salud mental. 

Reconocer lo que sientes, valorar de dónde proviene esta culpabilidad y evitar la autocrítica excesiva son pasos importantes para liberarse del peso de la culpa. Si te sientes sobrepasado por la culpa, buscar atención psicológica puede ser la mejor alternativa.

Implementar estos consejos puede ayudarte a gestionar mejor tu sentimiento de culpa y a alcanzar una vida llena de tranquilidad y estabilidad mental.

El objetivo principal es aprender a pensar de forma eficiente y saludable y saber gestionar las situaciones que no salen como queremos convirtiéndolas en una fuente de aprendizaje y desarrollo personal.

Cuando el sentimiento de culpabilidad te invada, recuerda: tú no eres tus pensamientos, tú eres el que piensas.

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Puedes contar con un psicólogo online en Therapyside para seguir profundizando en tus emociones, priorizarte y cuidar tu bienestar psicológico. Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor este tema, ¡esperamos que te sientas más empoderado para vivir una vida sin limitaciones!

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